También se conoce como mask fishing. Se trata de una fobia que se define por la sensación de inseguridad que se genera en una persona al dejar su cara al descubierto. Un efecto que algunos llegarán a experimentar por la retirada de las mascarillas a partir de mañana. Después de que la mascarilla haya sido complemento inseparable durante dos años, decirle adiós puede costar.
Pueden ser dos los motivos que generen esta fobia. Por un lado, el miedo a contagiarse si no se usa. Por otro, el miedo a mostrar nuestra cara a los demás de nuevo. El temor a volver a sentirse expuestos.
Los adolescentes los más afectados
Según los psicólogos, los adolescentes se encuentran a la cabeza de los más afectados por el abandono de las mascarillas. Una de las razones es porque a muchos de estos jóvenes la pandemia y la mascarilla ha coincidido con una etapa de crecimiento físico y personal. Una etapa normalmente marcada por la aparición de muchos cambios (acné, aparato, vello…). Usar la mascarilla en muchos casos es una manera de protección social. La timidez y la presión social son fundamentales y el cubrebocas un escudo.
Además del miedo al contagio que sigue muy patente. Así que el no saber si usar o no mascarilla también puede provocar estados de ansiedad nuevos.
Las recomendaciones para ayudar a superar este tipo de fobias, pasa por no forzar los tiempos. El objetivo es sentirse cómodo en la nueva situación sin pensar en si vamos a ser o no aceptados. Además recordar que Sanidad recomienda todavía llevar siempre la mascarilla ante aglomeraciones en el exterior e interior y cuando estemos ante personas vulnerables.
Más historias
La periodista gaditana Salud Botaro presenta su primer libro
‘Odón de Buen’: El mayor buque oceanográfico del país se presenta en el muelle de Cádiz
Navidad 2024 en Chiclana: programación y cartel