Es pronto para dilucidar nada del futuro pero lo que es el presente, deja al Cádiz en medio de un mar de alabanzas más que merecidas. Lo hizo bien ante el Mallorca, repitió una media hora muy buena en Bilbao y certificó con otra victoria “tranquila” el segundo partido consecutivo en casa ante el Girona. Dónde estaría este equipo con algún punto más escamoteado durante la primera vuelta y con un inicio menos complicado que el que tuvo. Está claro, que los mercados de invierno sientan mucho mejor a este equipo que los de verano. Por lo que sea.
Ante el Girona se pudo ver la mejor versión de jugadores que han llegado pero también de otros que estaban, respaldados por una afición que volvió a responder antes, durante y después del partido.
Salió el Cádiz, otra vez, con el 4-4-2 que tan buen resultado le dio ante el Mallorca, con toda la artillería posible arriba, con Sergi Guardiola y Roger Martí, en detrimento de un Álex Fernández que se quedó en el banquillo como sucedió con Momo en lugar de un Fali que pasó del centro del campo a la defensa. También Rubén Alcaraz formaba de inicio junto a Escalante en un día con mucho viento, alerta naranja y cierto temor a una suspensión del partido que no llegó a producirse.
El viento fue, sin duda, protagonista pero apenas unos minutos, los que tardó Ledesma en aparecer y lo que volvió a conectar la sociedad Ocampo-Escalante; El uruguayo volvió a hacer una de las suyas, entró en el área, se quitó a dos de encima y la pelota le cayó a Escalante que marcaba su segundo tanto en dos partidos desde que llegó.
El Cádiz fue un vendaval desde el inicio, lo peleó todo, lo luchó absolutamente todo y si no marcó más goles antes del minuto 15 fue porque la providencia y Gazzaniga lo evitaron. La salida fulgurante del equipo, dolido por lo ocurrido en San Mamés se diluyó en un mar de buenas sensaciones de un equipo marcado por las ganas, la intensidad y contagiado por una afición loca por su equipo.
El Cádiz y su presión maniataron al Girona desde el primer minuto. No acertó Sergi Guardiola a la salida de un córner, tampoco Fali (se jugó la expulsión minutos antes pero el VAR no vio nada punible en el forcejeo con Castellanos) ante un atento Gazzaniga que detuvo un buen balón desde el lateral.
Una presión asfixiante y un equipo mágico
Lo del Cádiz en la primera media hora recordó a la de Bilbao con jugadores entonados arriba, sobre todo con Ocampo y Guardiola. Bongonda también lo intentaba pero con menos acierto, como sucedió -según por dónde se mire- con el VAR y una mano -totalmente involuntaria- de Sergi Guardiola defendiendo un córner. Nadie protestó en el Nuevo Mirandilla; ni apenas los jugadores del Girona.
El propio Guardiola estaba en las dos áreas, siendo pieza clave para el equipo en el inicio y de una jugada magistral de Bongonda, llegó el segundo tanto del equipo amarillo. Qué jugada del belga y qué definición del delantero que no encontró su sitio en Valladolid pero que aprovechó y de qué manera su primera titularidad. Con el 2-0 se marchó el partido al descanso en la primera parte tras 45 minutos espectaculares del Cádiz CF.
Otro Girona, otro Cádiz, en la segunda parte
La segunda parte comenzó con un Girona más intenso y otra mano, esta vez en el área del Girona, que el VAR no vio. Las interpretaciones de las manos, al menos en este partido, sí fueron de la mano, nunca mejor dicho. El Cádiz salió más replegado, metido atrás y esperando matar el partido en una contra que no llegaba porque el encuentro estaba trabado.
Tardó poco el Cádiz en recuperar la intensidad, agitado por el público, retomó la presión y con ella la presencia en zonas ofensivas, manteniendo al Girona lejos de la portería de Ledesma. Fue una segunda parte casi sin incidencias, jugándose en el punto que el Cádiz quería, sin sufrimientos excesivos y con la sensación de superioridad que daba el marcador.
Una merecida victoria que deja al Cádiz en una posición aventajada (otra vez fuera del descenso), con fuerza y seguridad para creer en que es posible la salvación cimentándola en casa, en un estadio que vuelve a ser lo que fue y que volvió a presenciar una actuación magistral de los suyos.
Ficha técnica:
Cádiz CF: Ledesma, Iza, Fali, Luis Hernández, Espino; Escalante (San Emeterio 75′), Alcaraz, Bongonda (Álex 86′), Ocampo (Alejo 85′); Sergi Guardiola (Sobrino 76′), Roger Martí (Choco 76′).
Girona: Gazzaniga, Martínez, Bueno, Bernardo (Callens 46′), Miguel Gutiérrez; Romeu, Aleix, Martín, Villa (Roca 46′); Borja (Riquelme 46′) García, Castellanos.
Árbitro: Pulido Santana (comité canario) que amonestó a Bernardo, Espino, Luis Hernández, Joel Roca, Escalante, Miguel, Martínez, Choco Lozano,
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