El guión a priori podía parecer que sería distinto a cómo fue pero lo cierto es que el Cádiz CF fue mejor durante la primera parte del primer tiempo y fue incapaz de generar una sola ocasión de peligro en la segunda mitad, algo similar al conjunto madrileño que está lejos de la buena versión que demostró la temporada pasada pero que se lleva un peleado punto del Nuevo Mirandilla que fue, una vez más, de lo mejor del partido.
Porque pese al horario y a ser día laboral el Nuevo Mirandilla presentó un ambiente parecido al de las grandes citas con una afición que alentó desde el inicio a la que podría ser el equipo de gala: Maxi y Roger Martí por primera vez formaban de inicio esta temporada y el descanso era, por tanto, para Chris Ramos. Y poco tardaría el nuevo fichaje en aparecer en una acción polémica que acabó con su propia amonestación cuando reclamaba un discutible penalti tras una mala cesión en defensa de Baliu.
Y todo provocado por la buena presión en línea de tres cuartos del Cádiz, agresivo y con la firme intención de mostrar sus armas ofensivas desde el primer minuto, logrando maniatar a un Rayo muy lejos del área de Jeremías Ledesma que se acercó, por primera vez, con un disparo lejano de Pacha Espino, pitado todas y cada una de las vecds que tocaba la pelota; la gente no olvida la salida tan polémica y las declaraciones de un futbolista superlativo para el club durante muchos años.
Lo intentó el Cádiz con más corazon que cabeza, jaleado por la afición, pero sin una idea clara en el último pase, en el último remate pese a los buenos centros que llegaban desde la derecha por parte de Iván Alejo. Sin embargo, el mejor centro llegó, otra vez, de Maxi Gómez, de lo mejor del partido en en inicio, pero Roger Martí no alcanzó un balón templado en área pequeña cuando tenía todo para marcar.
El Rayo quería un ritmo lento…y lo consiguió
En esas en las que el Cádiz atacaba, el Rayo buscaba un ritmo más lento, parar el choque. El Cádiz gozaba de las ocasiones, buscaba el área y la portería pero el balón seguía sin poner a prueba a Dimitrievski y se marchaba siempre a los costados o por encima de la portería.
Se diluyó el ritmo y con él el encuentro y los acercamientos (no llegaban a ser ocasiones realmente) de un Cádiz que tomaba aire y que abusaba de balones largos, sin proponer más con el balón como su propio técnico había demandado en días previos. Porque es una realidad que al equipo le cuesta llevar la iniciativa, construír una jugada combinativa que acabe con un remate.
Lo que comenzó con un ritmo rápido entró en un carrusel de faltas, interrupciones y situaciones incómodas que beneficiaba a un Rayo Vallecano que se encontró cómodo en la trifulca, evitando acercamientos más certeros y constantes del Cádiz CF, alejado de la buena versión del inicio del partido.
Una segunda mitad con distinto guión
Ninguna ficha se movió en el segundo acto donde el Cádiz estuvo lejos del nivel de los primeros minutos y el Rayo sí que tomó una velicidad de crucero distinta, con intenciones más ofensivas que otra cosa a la que no está acostumbrado. Y en ese ir y venir, de área a área, sin apenas peligro, el Cádiz no estaba tan cómodo y el Rayo, sin embargo, sí.
Por tanto la segunda mitad entró en una dimensión distinta, con el equipo madrileño a los mandos y el Cádiz lejos de crear peligro, algo que no consiguió apenas en los primeros quince minutos del segundo tiempo donde llegó el triple cambio de Sergio González. Se marcharon las bandas y también Roger Martí en otro partido donde tuvo poca participación y no estuvo demasiado acertado. En su lugar entró un ovacionado Chris Ramos.
El balón siempre lejos de las porterías
Lejos de cambiar la dinámica, lo que sucedió es que el Cádiz se partió en dos, dejó de atacar y también defendió peor, dejando correr a un Rayo muy peligroso con espacios y que, una y otra vez, amenazaba con correr hacia la portería de un inédito Ledesma.
Los porteros tuvieron muy poco trabajo en el partido, ninguno de los dos equipos estuvo cómodo en la zona final del campo, siempre con pases infructuosos y disparos lejanos y desviados. Hasta que tuvo que aparecer Ledesma, con una gran parada a disparo de Isi desde la frontal, siendo hasta entonces la mejor ocasión del partido.
Un encuentro para empatar y que así acabó, con dos equipos que pusieron toda la intensidad del mundo pero siempre -o casi- lejos de las dos áreas, donde los porteros tuvieron una noche de mucha tranquilidad. Un nuevo punto, sigue la imbatibilidad como local pero que deja un sabor agridulce por cómo empezó el encuentro y cómo acabó.
Ficha técnica:
Cádiz CF: Ledesma, Iza, Luis Hernández, Fali, Javi Hernández; Alejo (Robert Navarro 63′), Rubén Alcaraz, Escalante (José Mari 82′), Darwin (Sobrino 63′); Maxi Gómez (Guardiola 76′), Roger Martí (Chris Ramos 63′).
Rayo Vallecano: Dimitrievski, Baliu, Mumin, Lejeune, Espino; Ciss, De Frutos, Trejo (Kike Pérez 74′), Valentín, Álvaro García (Bebé 84′); Camello (De Tomás 74′).
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés) que amonestó a Maxi Gómez, Trejo, Pacha Espino, Javi Hernández, Luis Hernández, Ciss, Lejeune y expulsó a Mumin (87′)
Goles: 0-0
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