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Casi 7.500 pacientes atendidos por el Centro Andaluz de Teleictus

El Centro Andaluz de Teleictus (CATI) ha atendido a casi 7.500 pacientes desde su puesta en marcha en 2019 y la previsión para final de este año es que se alcancen los 8.250. El número de pacientes atendidos ha ido aumentando exponencialmente en los últimos años, pasando de los 642 en 2019 a los 1.698 en 2023. Si bien, en el primer semestre de este año ya se han atendido a 1.164.

El ictus es una enfermedad tiempo dependiente que supone un problema de salud grave, con gran impacto sociosanitario, por esto es fundamental que los pacientes puedan ser atendidos en el menor tiempo posible desde que sufre el ictus. Antes de la implantación del CATI, dada la dispersión geográfica de Andalucía, el 30% de la población estaba a más de media hora de un centro donde pudieran aplicar el tratamiento y el 25% estaba a más de una hora.

Desde julio de 2019, el CATI tiene una cobertura de tres millones de habitantes y al implantar el sistema de Teleictus en hospitales y Hospitales de Alta Resolución (HAR) seleccionados, el 99,9% de la población se ha beneficiado de un traslado a un centro a menos de una hora de distancia donde se le puede administrar el tratamiento fibrinolítico en caso de requerirlo.

¿Cuáles son los centros CATI?

En la actualidad, los centros CATI, centralizado en el Hospital Universitario Virgen Macarena, son los HARE de Constantina, Écija, Utrera y Lebrija, el HAR de Morón y los hospitales de Osuna y Bormujos, en la provincia de Sevilla; el hospital de Riotinto, en la provincia de Huelva; los hospitales de Pozoblanco y Cabra, además de los HARE Valle Guadiato, Montilla y Puente Genil, en la provincia de Córdoba; los hospitales de Andújar, Linares y Úbeda y los HARE de Sierra Segura y de Alcalá la Real, en Jaén; los hospitales de Baza y Motril y los HARE de Loja y Guadix, en Granada; los hospitales de Puerto Real, La Línea y Algeciras y el HARE de Vejer, en Cádiz; los hospitales de Antequera, Ronda, Costa del Sol y Axarquía, en Málaga, y los de Poniente y Huércal-Overa de Almería.

De este modo, la comunidad autónoma ha pasado de tener 10 hospitales útiles para la valoración del ictus agudo a disponer de 40 centros en los que se puede decidir el tratamiento del paciente. Este tratamiento a tiempo repercute enormemente en la disminución de las secuelas. En este sentido, la media de trombolisis intravenosa ha aumentado un 142% (de 92 a 223) y la media de trombectomía mecánica un 244% (de 65 a 224). Las cifras de reperfusión de los pacientes llegan hasta el 30%, gracias a la implantación de este sistema.

Unidades ictus

En los últimos años, además, se han creado varias unidades ictus, como las de los hospitales de Córdoba, Almería, Jaén, Jerez, San Cecilio de Granada, Virgen de la Victoria de Málaga o Juan Ramón Jiménez de Huelva. En la actualidad, se dispone de 12 unidades de ictus en Andalucía, que cuentan con un total de 68 camas.

La creación de estas unidades ha supuesto la reorganización o creación de nuevos puestos laborales para neurólogos y otros profesionales implicados en esta asistencia, como son enfermería, fisioterapia y medicina rehabilitadora. También los radiólogos de urgencias realizan la interpretación de las pruebas de neuroimagen en sus guardias y los neurorradiólogos intervencionistas realizan el tratamiento de la trombectomía en los seis centros de referencia.

Algunos de los nodos, como el de Sevilla-Huelva en el Hospital Universitario Virgen del Rocío se ha situado durante varios años como el centro español que más trombectomías realiza al año, por encima de las 500.

Incidencia y tratamiento del ictus en Andalucía

En Andalucía, cada año 21.000 personas sufre un ictus. De hecho, el ictus es la primera causa de muerte en España en mujeres y la segunda en hombres, así como la primera causa de discapacidad física. La mejora atención en fase aguda a estos pacientes con la mejor recuperación funcional y supervivencia contribuyen a que la prevalencia esté subiendo de una forma muy importante en los últimos años. El envejecimiento de la población y su mayor longevidad puede contribuir al alza de estos indicadores.

Existen dos tratamientos principales en la fase aguda del Ictus para lograr la reperfusión que han demostrado reducir el riesgo de dependencia de los pacientes: la fibrinolisis intravenosa (puede realizarse en cualquier hospital) y la trombectomía mecánica (requiere un equipo de neurorradiología intervencionista especializado). Hace más de 10 años se comenzó a utilizar el tratamiento fibrinolítico, consiguiéndose una reducción relativa de riesgo de muerte/dependencia del 11%. En 2015, se publicaron los primeros ensayos clínicos favorables sobre tratamiento endovascular mediante trombectomía mecánica, lo que ha permitido ampliar la ventana de tratamiento hasta las 24 horas, lo que supone una reducción relativa de tiempo dependencia del 26%.

Implementación de una red de teleictus

La guía de las sociedades científicas internacionales como AHA/ASA recomiendan la implementación de una red de teleictus con sistemas para interpretar la imagen en pacientes con ictus agudo. El Centro Andaluz de Teleictus aplica el modelo ‘Spoke and hub’, por el que, cuando el paciente llega a un hospital remoto (HAR u Hospital Comarcal) es valorado de forma remota por un neurólogo vascular. La exploración del paciente se realiza por videollamada con la colaboración de los médicos de urgencias. Gracias al sistema de radiología PACS, el neurólogo vascular puede valorar también las imágenes de las pruebas complementarias. En función de la integración de esta información, se logra decidir el tratamiento más adecuado para el paciente (si precisa fibrinolisis y/o trombectomía) y si es necesario el traslado.

Pacientes atendidos por el CAIT por provincias

Por provincias, Sevilla es la que más casos ha registrado desde la puesta en marcha del CATI en 2019, con un total de 1.889. En 2019, se produjeron 164 ictus que se trataron gracias al Teleictus; en 2023, alcanzó la cifra de 386 pacientes. El primer semestre de 2024, ya lleva contabilizados 269 casos.

En Almería se han atendido 1.280 pacientes a través del CATI desde 2019, pasando de 64 el primer año de la puesta en marcha a 348 en 2023. El primer semestre de 2024 ya se han tratado 181. En Jaén, 1.104 pacientes se han beneficiado en total de la asistencia que presta el CATI; si bien, el número de casos anuales ha sido constante: 171 en 2019 y 179 en 2023. Hasta junio de 2024, se han registrado 102 casos.

En Granada, el CATI ha atendido a 1.080 pacientes desde 2019, año en el que se registraron 88 casos. Se atendieron 233 en 2023 y en el primer semestre de este año ya se ha producido 150 ictus. En Málaga, la cifra global es de 922 casos atendidos gracias al CATI. En 2019, fueron 57 casos, pero en 2023 se alcanzaron 273. Entre enero y junio de este año, se han registrado 209.

Cádiz

En Cádiz, se han atendido en total a 499 pacientes gracias al Teleictus, pasando de 42 en 2019 a 77 en 2023. Entre enero y junio de 2024, ya se han atendido 106. En Córdoba, se atendieron 37 pacientes en 2019 y el año pasado se llegaron a 155. En el primer semestre de 2024, ya se han atendido 116 casos, por lo que el total en la provincia en estos más de cinco años es de 466.

Finalmente, en la provincia de Huelva, en 2019 se registraron 19 ictus, en 2023, 47 y entre enero y junio de 2024 ya se han contabilizado 31. En total, 239 pacientes onubenses fueron atendido gracias al CATI.

Proyecto ICONA

En Andalucía, el sistema para atender en la fase aguda a los 21.000 pacientes que cada año sufren un ictus funciona gracias a la gran coordinación entre la asistencia extrahospitalaria, las unidades de ictus, los nodos de trombectomía y el Centro Andaluz del Teleictus. El reto actual es la prevención del ictus y conseguir una vuelta a casa de la paciente planificada y en las mejores condiciones para lograr una excelente reincorporación a la comunidad.

Precisamente, el proyecto ICONA (Ictus en Continuidad en Andalucía) pretende protocolizar esta vuelta a casa y ha logrado identificar diversas áreas de mejora en la fase subaguda del ictus. Este proyecto sitúa a Andalucía entre las primeras regiones en Europa en abordar la fase subaguda de forma protocolizada e integral, que permitirá un manejo homogéneo del ictus en fase subaguda en toda la comunidad.

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