Cuando el mundo se detuvo a causa de un virus

Hace un año, hace exactamente 365 días, 14 de marzo de 2020, una fecha que nos marcará para siempre. Y es que, no solo es el hecho de que era inimaginable pensar que podría pasar lo que a un año de esta pandemia ha sucedido. A nadie le pasaba por la cabeza la trascendencia que tendría este hecho en la historia de la humanidad.

Calles desiertas, tipo película de terror, gente con mascarilla, el indicativo de que la cosa no iba bien, el asunto era grave. Lo peor, la incertidumbre ¿de dónde salió el virus? ¿podrá afectarnos? Es lo que todos nos preguntábamos. Unos meses atrás nos enterábamos por las noticias del brote de una nueva enfermedad, el ‘coronavirus’ le dicen, “otra enfermedad que vendrá y se irá, no pasará nada y aquí a España no llegará”, más de uno lo habrá pensado.

Pero la realidad fue otra, si nos hubiesen contado algunos meses atrás que estaríamos encerrados casi cinco meses, que veríamos como más de 2 millones de personas perderían la vida por un virus en todo el mundo y que prácticamente la vida como la conocemos daría un giro de 180° pues lo más seguro es que tacharíamos de loco a la persona que nos lo hubiera dicho.

En unos cuantos días cundió el pánico, la gente entendió que la situación era delicada. Los supermercados abarrotados, estantes vacíos, y todo ese miedo infundido por un pequeño microbio que nadie en el mundo esperaba. Los días siguientes se podrían describir como los más tristes, desolación por todos lados, miedo, angustia, desesperación ¿Qué pasará?

Empresas cerradas, restaurantes y bares también, las escuelas y colegios, los niños de ahora son la generación del aprendizaje online. Toda actividad económica se vio afectada y lo peor es que no sabían hasta cuando. En los medios solo habían malas noticias, sanitarios por doquier, enfermos a borbotones, muertos a diarios, nadie nos preparó para esto.

Hace un año de la pesadilla, un año de entender que no somos invencibles y que en cualquier momento el mundo se puede caer a pedazos, así como ha pasado en los últimos 365 días, cuando un pequeño virus nos cambió la vida por completo.