Nadie esperaba una quinta ola de contagios de coronavirus. Parecía que ya habíamos tenido suficiente, que la vacuna iba a salvar el verano y que el turismo sería libre. Fuera mascarillas, dijo Sánchez en un alarde de confianza y no más toques de quedas, que bastante nos hemos quedado en casa. Y echó “el muerto”, permítanme la expresión, a las Comunidades Autónomas que a su vez han dejado la gestión del Covid-19 en manos de los tribunales, un año y medio después del inicio.
Porque una Comunidad Autónoma no puede recurrir a un Toque de Queda, si así lo desea. Debe, primero, preguntar si es o no constitucional, si puede o no hacerlo y ahí es donde entra el criterio dispar de los Tribunales Superiores de Justicia que no se ponen de acuerdo. El último fue el de Canarias que tiró la petición del Toque de Queda porque atenta a un derecho fundamental. Pero, claro, cuando fue el Gobierno Central quien lo impuso, bajo el amparo del Estado de Alarma, los derechos no importaban.
¿Toque de queda sí o no?
Lo que no se llega a entender es cómo se ha hecho una gestión más o menos acorde a la situación, muy restrictiva, infinitamente más dura de lo que nunca habíamos imaginado en el Siglo XXI, y que cuando más falta hacía esperar, darle tiempo a la vacuna, el Gobierno decidiese no prorrogar dichas restricciones unas semanas más. ¿Es que estoy diciendo que quería más restricciones?. Sí. Y probablemente, los hosteleros y los restauradores, también.
Porque desde el 9 de mayo al 17 de julio son dos meses. Dos meses donde la apertura del ocio nocturno (perdón a los empresarios del ocio nocturno), la ausencia de mascarillas, los jóvenes del botellón de toda la vida, la libertad que nos han dado de repente, han provocado que en pleno verano, en plena segunda quincena de julio, Conil y Tarifa se hayan salvado del cierre perimetral por una “idea” de su alcalde, aprobada por la Consejería de Salud y Familias de la Junta: “El incremento de turistas y de la población, deben contar para sacar la media PDIA de los últimos 14 días”. No les falta razón, pero hay que reconocer que se salvaron por los pelos.
Aumentan los contagios
Sin embargo, se sigue viendo cómo la provincia de Cádiz sigue sumando contagios diarios, al igual que Andalucía, recordando a las peores épocas de la pandemia. Este viernes, la provincia de Cádiz sumó 531 positivos en 24 horas y supuso una subida de la tasa de incidencia de 20 puntos, pasando de los 357 a los 376,4 que muestra el nivel de riesgo extremo con el que cuenta.
No sabemos si en Cádiz habrá que recurrir o no a la justicia para decretar ciertas medidas. Ya hemos visto que en Canarias se ha dicho “no” al toque de queda solicitado por el Cabildo. Todo porque el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) denegó la petición de establecer un toque de queda entre las 00.30 y 06.00 horas en las islas con nivel 3 y 4 de Covid-19, todo con la idea de frenar el avance de contagios y poder controlar la pandemia. En pleno mes de julio. Luego está Cataluña donde se está a la espera de una petición que afectaría a 158 municipios, entre ellos Barcelona, y que propone un toque de queda entre las 01.00 y las 06.00 de la mañana.
Unos dicen que sí, otros que no
En Galicia han optado por otras medidas. Por ejemplo, presentar una prueba PCR negativa en las 48 horas previas al uso de locales de ocio nocturno en aquellas localidades que estén en riesgo medio. Pero han ido más allá y han decidido cortar de raíz la presencia de jóvenes en las calles con sus botellones, precintando parques, playas y lugares habituales en toda la comunidad porque lo consideran “un foco de contagio”.
Y son varias comunidades las que desde el sábado, se suman la reducción a grupos a 10 personas en la hostelería, siempre que sea exterior, y mantener el máximo de seis en los interiores.
Pero ya hay un Toque de Queda, por ejemplo, en España. En la Comunidad Valenciana, El Tribunal Superior de Justicia de la (TSJCV) avaló esta pasada semana la petición del Gobierno valenciano de recuperar el toque de queda y limitar las reuniones sociales, públicas y privadas, a un máximo de 10 personas en toda la comunidad ante el riesgo epidemiológico desatado en las últimas semanas. Valencia capital y otras 32 localidades no podrán tener a nadie en las calles entre las 01.00 y las 06.00 durante catorce días.
¿Y a todo esto qué dice Andalucía con una tasa de 353 contagios por cada cien mil habitantes? Aquí la posición es bastante clara, como ocurrió en el caso de Conil y Tarifa, de no tomar medidas drásticas si el Gobierno considera que no hace falta. Elias Bendodo dijo hace unos días que Andalucía cumple a “rajatabla” la ley y el toque de queda en nuestro país “sólo lo puede decretar el Gobierno previa declaración del estado de alarma, como ha pasado en otras ocasiones“. Pues eso.
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