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El autoconsumo eléctrico, clave para un doble ahorro energético y económico

La creciente conciencia medioambiental, alentada desde las instituciones y cada vez más presente en los comportamientos y estilos de vida de la ciudadanía, se ha visto reflejada en los últimos tiempos en una mayor apuesta de la sociedad y las administraciones por las energías limpias. En los hogares y organizaciones se observa un cambio de tendencia. Hoy más que nunca, con las continuas fluctuaciones en la factura de la luz y establecidos los nuevos peajes con discriminación horaria en potencia y consumo que tanta incertidumbre y conflictividad han generado entre las personas consumidoras y usuarias, se aboga por un modelo energético basado en el autoconsumo.

Desde el servicio Consumo Responde, de la Dirección General de Consumo dependiente de la Consejería de Salud y Familias, se realiza un permanente llamamiento a las personas consumidoras y usuarias de Andalucía para adoptar hábitos de consumo respetuosos con el entorno en el que vivimos, tales como mejorar la eficiencia energética de nuestros aparatos, adoptar gestos que impliquen el ahorro energético, y por supuesto, una vía cada vez más en alza, el autoconsumo.

Generar nuestra propia electricidad

El concepto del autoconsumo es bien sencillo: cualquier persona puede generar su propia electricidad a través de instalaciones como, por ejemplo, placas fotovoltaicas. Supone una modalidad que para la persona consumidora no solamente se traduce en un comportamiento más sostenible, nutriéndose de fuentes renovables, sino también en un sensible alivio económico, ya que las instalaciones de autoconsumo pueden llegar a suponer un importante ahorro en la factura eléctrica del hogar, además de posibles beneficios fiscales, a través de bonificaciones del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), según el municipio donde se resida.

Instalación del hogar

Dicho sistema de generación eléctrica se conecta a la propia instalación del hogar, con la posibilidad de cubrir total o parcialmente la demanda energética del inmueble. Si la producción resultara menor de las necesidades de la persona usuaria, se podrá continuar el consumo eléctrico a través de la red corriente, y en el caso contrario, cuando la generación de energía fuera superior a la demanda, cabe la posibilidad de verter el sobrante a la red eléctrica y recibir una compensación o remuneración. La nueva normativa permite además el uso de baterías o acumuladores para almacenar la energía sobrante.

En la web de Consumo Responde se detallan todos los requisitos y características de las instalaciones de autoconsumo para todas las personas usuarias interesadas, así como en la web de la Agencia Andaluza de la Energía, con útiles ejemplos prácticos.

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