Y es que charlando con María Victoria Balén, directora desde 1993 del segundo hotel más antiguo de la provincia de Cádiz (solo por detrás del Reina Cristina de Algeciras), lo tiene claro, “no nos podemos rendir”. Situado en la Plaza de San Francisco desde 1902, en pleno corazón de Cádiz, el Hotel De Francia y París es el alojamiento ideal para disfrutar de unas vacaciones de descanso y tradición.
Una empresa que fue ya Medalla de Plata de la ciudad en 2005 por su trayectoria profesional y su aportación al turismo y a la hostelería gaditana. Una firma con éxito que sigue adelante a base de trabajo y esfuerzo a pesar de los tiempos pandémicos que nos ha tocado vivir.
Desde su terraza, se ven vistas inmejorables de la Catedral, el puente de la Pepa o la Bella Escondida. Pues eso, una auténtica joya.
Cinco generaciones al pie del cañón
Si sus vetustas escaleras, sus impresionantes pilares de hierro que se mantienen intactos desde hace 119 años o sus dos bellas lámparas de bronce traídas de la Exposición de París de 1889 pudieran hablar seguro que contarían las más especiales historias.
Sobre los orígenes de este hotel, Balén nos habla de su primer propietario y máximo impulsor del negocio. Fue José Paredes Pastrana, bisabuelo de su marido y un auténtico emprendedor de la época. Él fue quien compró a finales del XIX en principio dos hoteles, uno en la Plaza de San Antonio (el Hotel de Cádiz) y otro en Mina (el Gran Hotel de France). Después adquirió el solar que hizo posible el Francia y París.
“Este edificio ya desde el primer momento se construyó con la finalidad de hotel. No fueron casas que rehabilitaron o adaptaron. La idea estaba clara”, nos explica Balén. Un edificio neoclásico que en sus inicios solo tenía dos plantas. Hacia los cincuenta se sumaron dos más y una quinta llegó en los años setenta.
Un nombre peculiar y con historia
El nombre de este hotel también escode una historia y algo de misterio. Balén nos cuenta el porqué de su nombre. “En la calle San Francisco existía un hotel que era el Hotel de Francia y su dueño en la prensa anunciaba que la gente no viniera al Hotel de París en la Plaza de San Francisco porque las campanas iban a molestar a los clientes, no les iban a dejar dormir y que mejor se fueran a otro hotel”, explica.
Continúa, “así que José Paredes Pastrana le quiso comprar el hotel pero él se negó. Aun así tuvo la oportunidad de comprar el edificio que lo contenía. El propietario del hotel no era el propietario del inmueble. De esta forma se convirtió en su casero y propietario finalmente dejó el negocio. Paredes Pastrana se trajo entonces este negocio al hotel. A partir de ahí se empezó a llamar el Hotel de Francia y París, por este motivo”.
Existe otra teoría sobre el nombre del vetusto hotel. “En un principio pensé que era una especie de moda o imitación del Hotel de Londres y de Inglaterra en San Sebastián que era más o menos de esa época”, concreta.
Símbolo del sector turístico gaditano
A lo largo de la historia, este hotel ha sido un referente en cuanto a su restauración. Anteriormente contaba con un restaurante que cerró en 1972. “Era entonces el primer catering de la provincia. El hotel fue el encargado, por ejemplo, de preparar la comida para cubrir el banquete para recibir a Franco cuando vino a la Diputación en una visita a Cádiz. La presentación de la comida era impresionante”, recuerda la directora.
“En sus salones también se celebraban bodas, muchísimas bodas. Igualmente fiestas de Carnaval… Todo ello hasta los años en los que el turismo se empezó a masificar y abaratar. Y todo el mundo empezó a poder viajar más. Por ello desapareció el restaurante, porque ya no era rentable supongo”, concluye.
A este hotel tampoco le han faltado huéspedes ilustres parte de la sociedad española de las letras, la política y por supuesto, la farándula. “Desde Lola Flores y Manolo Caracol hasta Juan Ramón Jiménez, pasando por Ortega y Gasset con su padre, siendo este bastante joven. También Pérez Reverte que además en su libro, “La Carta Esférica”, lo nombra, habla de una de nuestras habitaciones”, enumera Balén.
El futuro de un negocio centenario
Para poder afrontar los tiempos que corren, Vitoria Balén, lo tiene claro, es momento de seguir hacia delante. “Echándole muchas narices. Nosotros cerramos cuando nos obligaron a hacerlo. Y a partir del 1 de junio ya nos incorporamos todo el personal de los ERTES de dos meses. Hemos estado ahí al pie del cañón. Si había cuatro personas, pues cuatro personas, si había 20 pues 20 y así. Ya está. Haciendo todo el mundo un esfuerzo sobrehumano de todo el personal. Tanto camareras, mantenimiento, recepción… Trabajando lo mejor posible. Este es el futuro de todas las familias que trabajamos aquí”, explica.
Y es que buena parte de la plantilla que trabaja aquí es estable y lleva muchos años en estos empleos, algunos más de treinta años en su puesto.
Los meses de verano han dado un nuevo impulso al negocio que mira al futuro con esperanza. “El verano para nosotros concretamente ha sido espectacular”, afirma la directora. “Y esperamos que los próximos meses la situación se mantenga por ello seguimos trabajando”.
Cuando Balén tiene que definir ahora el servicio e identidad de este hotel centenario es fácil, es ser parte de la ciudad de Cádiz, “somos el clásico de Cádiz. Es el segundo hotel más antiguo de la provincia por detrás del Reina Cristina de Algeciras. Todo el mundo conoce el Francia”.
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