El Cádiz CF asaltó la Catedral, rompió la sangría de goles en contra, sumó tres puntos y enseñó, más que nunca, el dicho de “La Lucha no se negocia”. Lo hizo con un solitario gol de Salvi en la primera parte y tras jugar un partido espléndido, sin fisuras, sin dudas y con una idea bien marcada, la que no se cansará nunca de repetir Álvaro Cervera.
Había apostado fuerte Cervera en el comienzo por un once con cierto carácter ofensivo. Fali en el banquillo y una pareja de centrales inédita hasta el momento como Cala y Haroyan. Por delante Jonsson y Álex para dar balones a la velocidad de Choco y Salvi que regresaba a la titularidad. El efecto deseado no era otro que el de buscar salidas rápidas a la contra. Y, eso sí, con una presión alta en terreno local que impedía a los de Marcelino salir fácil de su propia mitad de terreno de juego.
El Cádiz salió mordiendo, con una intensidad que recordaba a partidos anteriores y dominó el inicio fácilmente. En una buen balón dentro del área y una combinación fantástica, llegó el primer tanto del choque con Salvi anotando el primero de la presente temporada. El Cádiz era y fue mejor después del gol también. El partido, de ida y vuelta, tenía al Athletic Club inhabilitado en ataque y a los de Cervera con la firme intención de contraatacar pero robando muy arriba, como el técnico viene demandando durante esta temporada.
Defensa, defensa y más defensa
El Cádiz no sólo controlaba al conjunto vasco, sino que era quien gozaba de las mejores ocasiones. En el 32, Perea tuvo la más clara tras lo de Salvi en un disparo tras un gran robo que detuvo Unai Simón. Se le escapó una mayor ventaja al Cádiz poco antes del descanso, también con un cabezazo del Choco Lozano que dejó claro, tras centro de Perea, que él y Salvi eran las válvulas de escape del equipo a la hora de salir a la contra.
La segunda parte fue distinta. El ritmo lo intentaba poner e imponer el Athletic y el Cádiz no salía tan rápido a la contra. La ausencia de Salvi, que sufrió un duro golpe en la primera parte en una caída fortuita, lo impedía. Sin embargo los cadistas buscaban también la portería rival de la que se fueron alejando con el paso de los minutos para acercarse mucho más a su área para tapar, esta vez sí, todos y cada uno de los caminos hacia la portería de Ledesma.
Porque el Athletic nunca mereció el gol, ni tan siquiera estuvo cerca de lograrlo, a pesar de la velocidad de los hermanos Williams y los centros de un lado y otro al corazón del área. El Cádiz supo amarrar el resultado recuperando la esencia de siempre, la defensiva, la de las contras rápidas y la imagen de un conjunto rocoso que no sufre cuando defiende.
Así fue como se gestó la segunda victoria de la temporada, en un escenario bendito para los de Cervera que ya ganaron de manera heroica la temporada pasada y repitieron gesta en el peor momento, cuando más críticas arreciaban y menos confianza generaban. Esta vez, la Catedral volvió a ser cadista.
Ficha técnica:
Athletic Club: Unai Simón, Balenziaga, Yeray, Núñez, Lekue, Vesga, Dani García, Muniain (Nico Serrano 75′), Sancet, Berenguer (Nico Williams 46′), Williams.
Cádiz CF: Ledesma, Iza (Akapo 70′), Cala, Haroyan, Pacha Espino, Álex Fernández, Jonsson (Negredo 84′), Sobrino, Salvi (Chapela 46′), Perea (Arzamendia 62′), Choco Lozano (Fali 70′).
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés) que amonestó a Yéremi (27′), Morcillo (69′), Haroyan (85′), Williams (92)
Goles: 0-1 Salvi (6′)
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