Están siendo unos días de crisis en el Ayuntamiento de Cádiz. Después de un cierto periodo que parecía de calma, la guerra entre Kichi y Vila todavía se mantiene.
El detonante de este conflicto entre socios de gobierno ha sido la ordenanza municipal de terrazas aprobada en el año 2019 y que, después de los meses de pandemia, ha comenzado a ponerse en marcha en los espacios gaditanos.
A pesar de que en la confección de esta ordenanza participaron tanto colectivos implicados como asociaciones, algunos hosteleros opinan que algunos de sus puntos son demasiado estrictos. Algo que afecta a sus negocios y a la posibilidad de generar más empleo.
En este escenario, las quejas de los empresarios de la calle de La Palma, en el barrio de la Viña, ha sido el detonante. Las posiciones encontradas entre el alcalde y el líder de Ganar Cádiz abren una brecha importante.
Este enfrentamiento público se produce cuando estamos a menos de un año de las elecciones municipales de 2023. El peor enfrentamiento entre los socios de gobierno en los siete años que llevan al frente del Ayuntamiento.
Kichi ha actuado directamente en La Palma “porque este es su barrio”
La intervención de intervenir personalmente del alcalde en el conflicto de los bares de La Palma no ha gustado a su socio de gobierno.
La mediación de Kichi en las terrazas de La Palma para conseguir flexibilizar las medidas contempladas en la ordenanza no hace más que desautorizar al concejal Martín Vila responsable de esta materia. Pero el alcalde no se ha quedado sin respuesta.
Desde Ganar Cádiz han afirmado que Kichi ha intervenido de esta forma recordando que es porque el alcalde vive en La Viña. Además de apuntar que el edil ya conocía como la ordenanza iba a afectar a los hosteleros de toda la ciudad. También lo acusan de menospreciar entonces el trabajo de las asociaciones ciudadanas implicadas en el desarrollo de este proyecto.
Esta formación también ha hecho hincapié en señalar que el interés y el trabajo debe centrarse en toda la ciudad y en cada uno de sus barrios, no priorizar determinados intereses.
Por su parte el alcalde ha respondido a sus socios de gobierno, “hay que cumplir con la normativa pero la gente tiene que comer y no podemos poner a la gente entre la espada y la pared”.
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