El Cádiz CF hizo los deberes, tiró de oficio y sumó la primera victoria como local en el Nuevo Mirandilla rompiendo varios maleficios -con permiso, buenas tardes- que sobrevolaban ya La Tacita de Plata: Por un lado se marcó en un saque de esquina, ese arma poderosa que habían olvidado, se venció en casa con la nueva nomenclatura del estadio, se ganó después de casi nueve meses en casa y se celebró una victoria con público 737 días después. Y hay también quien dirá que el Cádiz ganó al rival ante el que todo se torció en la primera vuelta con la salida por Vallecas tras la goleada en contra.
Eso sí, el Cádiz fue el menos efectivo en defensa, con respecto a los últimos encuentros, y ganó. Salió, eso sí, con intención pero pocas ideas al partido. La presión arriba no permitía al Rayo crear una buena ocasión de peligro pero de la misma forma, el equipo cadista tampoco encontraba el pasillo de seguridad arriba en el que encontrar la forma de ser una verdadera amenaza. Los de Sergio lo intentaban por ambas bandas pero eran incapaces de precisar un buen pase y menos encontrar un buen disparo.
Imprecisiones pero muchas ganas
El acercamiento venía más por la intención que por la razón. Y razones para creer tenía el Rayo jugando con calma y aprovechando algunos espacios dejados por los de Sergio. Sergi Guardiola a los 35 minutos tuvo la ocasión más clara en la primera parte con un centro lateral de Álvaro García que el delantero envió por encima de la portería cuando tenía todo para marcar.
Tuvo que ser en la segunda parte y con un saque de esquina de por medio en el que se rompiera el partido. Nunca antes en la presente temporada había marcado a balón parado (desde el córner) el Cádiz. Un balón al segundo palo fue cabeceado por Rubén Alcaraz, talismán y uno de los refuerzos que justifican el mercado de invierno, quien materializara la ocasión y pusiera el primero.
Ocasiones y aciertos solo en el lado cadista
La segunda parte fue otra historia. El partido se torció para bien, se volcó al lado de Zidane (Luca) que falló en el segundo y dejó a Idrissi solo ante su primer tanto como cadista. El cedido por el Sevilla no falló y acertó de pleno con el regalo del cancerbero rayista. El Cádiz con el 2-0 sufrió más por los nervios que por otra cosa y el Rayo, que no tuvo su día, falló lo que en otras ocasiones -en la primera parte de la Liga- habría metido. Las dinámicas son lo que tienen y en este partido se vio que las tendencias están invertidas con respecto al partido del inicio liguero.
No hay garantía alguna de que el Cádiz se vaya a salvar pero sí tuvo la fortuna de lado, algo que no había sucedido anteriormente en ningún momento. El travesaño de Álvaro García (qué extremo zurdo perdió el Cádiz) fue el mejor del Rayo Vallecano que mereció algo más, al menos en cuanto a ocasiones se refiere. Ahora bien, nadie va a quitarle méritos a un Cádiz que hizo lo que tenía que hacer, que sufrió, que aguantó y que ganó, sumando también el cuarto partido sin perder en una racha que le acerca, al menos, a la salvación en la que siguen creyendo todos y cada uno de ellos.
Ficha técnica:
Cádiz CF: Ledesma, Espino, Akapo, Luis Hernández, Chust, Akapo, San Emeterio (78′ Álex), Alcaraz, Alejo (65′ Sobrino), Idrissi (78′ Arzamendia), Negredo, Choco (72′ José Mari).
Rayo Vallecano: Zidane, Baljiu, Salvejich (25´Maras), Suárez, Fran García (73′ Nteka), Comesaña, Palazón (46′ Bebé), Álvaro García, Ciss (Trejo 62′), Valentín (73′ Sylla), Sergi Guardiola.
Árbitro: Soto Grado (comité riojano) que amonestó a Akapo, Isi, Alcaraz, Idrissi, Maras, Álvaro García y Sobrino.
Goles: 1-0 Alcaraz (min 55′); 2-0 Idrissi (63′).
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