El día 5 de mayo, desde 2009, se conmemora el Día Mundial de la Higiene de Manos, poniendo el foco en la higiene de manos correcta durante la asistencia sanitaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo promueve en el marco de la campaña “Salva vidas, Límpiate las manos”,
Andalucía se suma a la conmemoración de esta efeméride con un vídeo en el que participan profesionales y referentes de seguridad de los centros sanitarios.
El Día Mundial de la Higiene de Manos se centra este año en la seguridad, bajo el lema ‘Únete a la seguridad de la atención sanitaria, límpiate las manos’. Su ojetivo reconocer la importancia de la higiene de las manos en la prevención y control de las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS).
Realizar esta higiene de manos en los momentos precisos (los 5 momentos de la OMS). De una forma efectiva con la técnica correcta es el primer paso para reducir las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS). También evitar la propagación de microorganismos multirresistentes.
Las medidas fundamentales para la prevención de las IRAS en todos los servicios del sistema sanitario son: vigilancia y control, higiene de manos y uso adecuado de guantes, buenas prácticas durante el uso de dispositivos médicos, uso adecuado y prudente de antimicrobianos, procesamiento correcto del material y buena higiene del espacio asistencial.
Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria
La vigilancia y el control es fundamental. Las Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS) son aquellas infecciones que el paciente puede contraer como consecuencia de la asistencia o atención recibida en cualquier ámbito de la asistencia sanitaria (hospitales, centros de salud, centros sociosanitarios, etc.).
Constituyen un problema creciente y prioritario en Salud Pública ya que son causa de elevada morbimortalidad, de aumento de las estancias hospitalarias y suponen un gran coste. En Andalucía, hay IRAS que son enfermedades de declaración obligatoria.
Especialmente relevantes son las causadas por microorganismos resistentes a alguno de los antimicrobianos habituales en su tratamiento. Estos microorganismos multirresistentes (MMR) poseen la capacidad de extenderse rápidamente gracias a los diferentes mecanismos de adquisición de resistencia. Además de su capacidad de establecerse en reservorios hospitalarios, en centros sanitarios y en la comunidad, pudiendo ocasionar la aparición de importantes brotes epidémicos. Todo esto favorecido por la gran interacción que hay entre los distintos niveles asistenciales.
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