Pues no siempre. ¿Las ofertas que nos presentan realmente merecen la pena? ¿De verdad compramos gangas tan especiales? Vamos a analizar algunos de los puntos claves de este fenómeno comercial, la fiesta del consumo de noviembre ya está aquí.
El 26 de noviembre es la fecha en la que se celebrará oficialmente el Black Friday, aunque en algunas plataformas ya se ha puesto en marcha para tentar a muchos compradores y ganar terreno. Uno de los hitos del consumo, una ya especial cita comercial en la que están implicadas las principales tiendas y firmas e-commerce a nivel mundial.
Esta tradición heredada de Estados Unidos es una fecha consolidada también en España. Y está orientada en muchos casos a pensar en el ahorro en las compras de Navidad y a beneficiarse de importantes descuentos.
El poder de internet
Y es que además como consecuencia de la pandemia también, el mayor peso de las compras se ha trasladado a internet. Se junta todo. Y ya como norma y aprovechando estas fechas los establecimientos online ofrecen estos días todo tipo de ventajas para que los compradores puedan recibir en casa sus pedidos gratis y, en teoría, a menor precio. Incluso muchas de estas empresas, han aumentado sus períodos de devolución hasta después de Navidad para tener una mayor aceptación y reclamo. Todo parecen ventajas.
Pero hay cifras. Según los datos del Informe Black Friday 2021 elaborado por Webloyalty, el gasto medio de los españoles en este periodo se elevará en un 20 por ciento. Esto supone unos 180 euros de presupuesto. Y hay más datos, en el Cyber Monday que viene después también se prevé una estimación de gasto 98 euros. Números que se acercan a los del año pasado. Entonces la ‘Black Week’ batirá récords superando una previsión de 270 euros de gasto por consumidor.
Pues bien, serán los artículos de tecnología y electrónica (móviles, ordenadores o tablets) seguidos de los productos de belleza y estilo de vida, al parecer, los más demandados. Y este año hay un aliciente más porque la falta de stock tecnológico derivado de la crisis de los microchips marcará esta campaña ya que puede suponer retrasos en las entregas de los pedidos.
Comparadores de precios o apps
Pero es importante estar atento y no confiarse. Para evitar posibles fraudes es capital comprobar que estamos en una página fiable, si es recomendable y con pasarelas de pago seguras. Hay webs que no son seguras y hay otras que, directamente, son un fraude.
Los duplicados de nuestras tarjetas es uno de los delitos más habituales en estos casos. Una forma de comprobar la legalidad a primera vista pasa por comprobar si tiene un candado en la dirección de la página web, por ejemplo. En las compras online, además, suele ser una buena opción recurrir a servicios como Paypal o utilizar tarjetas prepago para no dar datos financieros comprometidos. También revisar los comentarios registrados nos puede ayudar a hacernos una idea de la legitimidad de la página.
Utilizar webs que ofrecen precios comparados y ayudan a posicionar distintos productos puede ser muy útil. Por ejemplo, para encontrar las mejores ofertas en Amazon, puede ser de ayuda Keepa, una extensión de Google Chrome. Te muestra si el precio de un producto ha subido o bajado en los últimos meses a través de una gráfica y también te puede notificar cuando un producto baja de precio.
Algo más, si la web no incorpora protocolos de seguridad de transferencia de datos o la página web no tiene aviso legal ni información sobre los términos y condiciones de las compras, desconfíe.
Y es que según la OCU, los tentadores buenos precios y grandes ofertas, no siempre son para tanto. De hecho, en 2020 los precios en esta campaña subieron un 2,6% de media. Con los datos recogidos por la OCU y que presentan en su web, en general, el porcentaje de precios que bajan es superior al de precios que subieron pero hay que tener cuidado. “El descenso de precios en el Black Friday está lejos de ser algo generalizado”, explican.
Consejos para acertar
El mejor consejo, según todos los expertos consultados es simple, pasa por usar la cabeza y no dejarse llevar. Las compras compulsivas no son nuca una buena opción y menos en este tipo de promociones. Evita los caprichos de último hora y ten una lista de deseos clara. Según explica la OCU, comparar es ahorrar, incluso ofrecen un asesor de precios que es bueno consultar.
No olvidemos que los comercios online suelen ofrecer rangos de precios muy parecidos. Así que cualquier valor que esté fuera del mercado habitual, debería hacernos dudar, especialmente si la web no es conocida.
Que una web no incluya un protocolo de devolución o que no registre ninguna dirección de correo a la cual dirigirse si se produce algún inconveniente es otro signo de alarma.
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