La suspensión de licencias para viviendas de uso turístico en el casco urbano de Chiclana ya está en vigor. Así lo ha anunciado el delegado de Urbanismo, Rodolfo Pérez, tras la publicación oficial de la medida en el BOP y el BOJA. Esta acción, aprobada por la Junta de Gobierno Local en marzo, busca frenar el crecimiento de viviendas turísticas en la ciudad compacta para facilitar el acceso a viviendas permanentes para la ciudadanía durante todo el año.
Actualmente, Chiclana cuenta con unas 80.000 plazas de viviendas turísticas, principalmente en la costa y el diseminado. El Ayuntamiento ha decidido suspender nuevas licencias en el casco urbano durante un periodo inicial de tres años, con vistas a una posible prohibición definitiva en el nuevo Plan de Ordenación Urbana (POU). La medida responde a un estudio que confirma que la mayoría de estas viviendas se concentran en zonas de playa, donde sí se seguirá permitiendo su desarrollo.
No obstante, el Consistorio permitirá viviendas turísticas en edificios del casco histórico que se rehabiliten íntegramente, incentivando así la mejora del patrimonio urbano. Esta iniciativa se suma al Plan Ciconia y a la construcción de 2.000 viviendas en suelos municipales como parte de una estrategia más amplia para mejorar el acceso a la vivienda en Chiclana. Según Pérez, aunque no se trata de una solución total, sí supone un paso importante para paliar el problema habitacional.
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