La responsable de la delegación de Desarrollo Democrático de Diputación, Lucía Trujillo, ha confirmado la colaboración económica de la institución provincial para producir un nuevo documental dedicado a los maquis de Casas Viejas, promovido por el Ayuntamiento de Benalup. Este anuncio se produce después de que la diputada haya trasladado a los responsables municipales el interés por participar en este trabajo que se plantea tras el gran éxito cosechado por la primera entrega estrenada en mayo del pasado año 2021.
De esta manera, se dará continuidad a la primera ronda de entrevistas que se realizaron a finales del año 2020 en Benalup-Casas Viejas a vecinos del pueblo que contaron sus vivencias en relación a los maquis, bien por ser testigos de algunos pasajes de esta historia o por referir lo acontecido en el seno de sus familias. Hay que señalar que esta investigación la ha promovido el Ayuntamiento benalupense con el apoyo de la Mancomunidad de Municipios de La Janda.
El primer documental realizado con el respaldo de la Diputación ya profundizaba en la historia de los maquis, un terreno escasamente conocido y que estuvo –durante muchos años- sujeta a la manipulación tergiversada y la desinformación. De hecho, el régimen franquista prohibió expresamente términos como maquis o guerrilleros, inclinándose por otras denominaciones peyorativas como bandoleros, malhechores o forajidos. En el pueblo, en Casas Viejas, se les nombraba como rojos, los de la sierra o los del monte. Con el nuevo trabajo que se va a emprender se continúa investigando en torno a las figuras de estas personas, dando respuesta al gran interés suscitado por el primer documental, que llevó por título ‘La presencia de los maquis en el Casas Viejas de posguerra’.
Los maquis en la provincia
Las sierras cercanas a Benalup-Casas Viejas fueron el principal refugio de los maquis en la provincia de Cádiz. Algunos fueron especialmente célebres como Bernabé López Calle, apodado Comandante Abril, y que lideró la Agrupación Fermín Galán.
Los maquis surgen tras finalizar la Guerra Civil y perduran hasta la década de los cincuenta del siglo XX. Son, en su mayoría, personas que tuvieron un gran predicamento social, sindical o político durante la Segunda República y que fueron forzados a una suerte de exilio interior. Muchos se echan al monte para evitar la dura represión de posguerra, y otros se ven obligados a optar por la misma salida porque no encontraban trabajo por su pasado republicano y ser, socialmente, estigmatizados.
En el mismo tiempo también se producen asaltos y robos a cortijos y ranchos de autoría diversa y en un contexto de subsistencia. Sucesos que el régimen franquista atribuye siempre a los maquis para desacreditarlos socialmente. Pese a todo, la vigencia de los maquis –durante casi dos décadas- confirma los lazos que estrecharon con las poblaciones del entorno.
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