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Disparate amarillo en el Arcángel (4-2)

Foto: CCF

Noche para olvidar. Una más en la desastrosa temporada que está protagonizando el cuadro amarillo. El Córdoba pasó por encima del Cádiz CF en juego, actitud y físico, y se llevó el triunfo en un partido que puso de manifiesto los problemas cadistas. Un nuevo paso hacia atrás en un curso que se está haciendo muy largo y que debe finalizar a la mayor brevedad posible para tener la posibilidad de realizar bastantes cambios en verano. Gaizka Garitano realizó dos modificaciones en el once, dando entrada a Moussa Diakité por Rubén Alcaraz y a Sobrino por el lesionado Chris Ramos.

El Córdoba, un rodillo en el primer tiempo

El primer tiempo fue un despropósito absoluto por parte de los amarillos. El Córdoba fue infinitamente superior en todos los aspectos y fruto de ello el Cádiz ofreció una imagen paupérrima en el Nuevo Arcángel. Los de Iván Ania comenzaron haciendo mucho daño por los costados, y en el minuto 3 ya habían gozado de un par de ocasiones claras para adelantarse. Parecía que los de Garitano mejoraban con el paso de los minutos, pero en el minuto 23 llegaba el tanto de Carracedo. El atacante cordobesista aprovechaba la debilidad mostrada a nivel defensivo de los visitantes por el carril central y, tras apoyarse en Obolskii, remataba al fondo de la red para poner el primero del partido.

El tanto hundió al Cádiz CF y dio aún más alas a un Córdoba que olió la sangre y multiplicó su rendimiento ofensivo. En el minuto 32, David Gil salvaba el segundo realizando una buena parada a Theo Zidane. Sin embargo, iba a convertirse en protagonista negativo del encuentro instantes más tarde cuando cometió un error garrafal al perder el esférico y cometer penalti sobre Albarrán. Pena máxima y expulsión directa para el guardameta getafense. Caro, que entraba por Melendo, no pudo atajar el lanzamiento de Jacobo González y el atacante ponía el segundo tanto de la noche en el minuto 38. La mejor noticia para los amarillos fue que en la primera mitad tan solo habían encajado dos goles.

La reacción del Cádiz fue tan sorprendente como insuficiente

La charla de Garitano debió ser tremenda en el vestuario, porque el Cádiz mostró una imagen radicalmente opuesta en el segundo tiempo. Tal fue el volantazo, auspiciado por el cambio de dibujo con las entradas de Víctor Chust e Iza Carcelén, que los amarillos lograron empatar en apenas quince minutos. En el minuto 47, Roger Martí conectaba un cabezazo perfecto aprovechando un buen centro de Mario Climent para recortar distancias. Tercer tanto del de Torrent en dos partidos, demostrando que se encuentra en un buen momento de la temporada. En el minuto 59, Víctor Chust remataba con la testa el servicio desde la esquina de Álex Fernández y colocaba el empate a dos en el electrónico.

Era difícil de creer el cambio de imagen del Cádiz. Jugando con uno menos y siendo un equipo totalmente distinto. Pero aún quedaban muchos minutos por delante y el Córdoba se iba a servir de un penalti muy polémico señalado por de la Fuente Ramos. El colegiado interpretaba que Víctor Chust desestabiliza a Albarrán, pero la realidad es que el contacto es mínimo y que, si hubiera que penalizar ese tipo de acciones, habría quince penas máximas por partido. Carracedo, con tranquilidad en el lanzamiento, no desaprovechó el regalo arbitral y volvía a poner por delante al Córdoba en el minuto 72.

Ya en los últimos compases era Antonio Casas el que recogía un balón en el segundo palo y ponía el 4-2 definitivo. Una derrota dolorosa por la imagen mostrada para el Cádiz CF de Gaizka Garitano. Ahora, los amarillos recibirán a la Unión Deportiva Almería el próximo viernes en una nueva oportunidad para lograr la permanencia de forma matemática y poner fin a una temporada que está provocando muchos dolores de cabeza en la parroquia amarilla.

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