El Ayuntamiento de San Fernando, los responsables de la Policía Local y la Nacional en la ciudad, la Asociación Isleña de Hostelería y Turismo (Asihtur) y los hosteleros de la calle Las Cortes han mantenido hoy una reunión con el objetivo de mejorar y ampliar la seguridad de esta zona de ocio, epicentro festivo de la ciudad, especialmente en estas fechas navideñas, para evitar nuevas situaciones como las vividas los pasados días.
Durante el encuentro, en el que se ha analizado la situación y que ha tenido un clima muy constructivo, todas las partes han coincidido hoy en la necesidad de, de cara especialmente a los días 31 de diciembre y 5 de enero, mejorar la aplicación de la actual normativa y poder mantener un mayor control de las medidas de prevención ante el posible contagio del Covid-19 implementado nuevos protocolos y actuaciones.
De esta forma, de forma conjunta, se ha decidido instalar esos días un vallado que fije con exactitud el perímetro de las terrazas de los establecimientos de la calle, con el doble objetivo de controlar los aforos permitidos y visualizar el exceso de ocupación, así como para garantizar que los espacios libres establecidos no se ocupan indebidamente.
En la reunión también se ha dejado claro que estas nuevas medidas y las que ya se venían aplicando, y que se ponen en marcha en cumplimiento de las restricciones para frenar el contagio del coronavirus y también pensando en el bienestar de los vecinos y vecinas, nunca van a ser suficientes si no se cuenta con la responsabilidad particular de la ciudadanía.
Además, ha resaltado que “tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía han puesto en marcha unas medidas para frenar el Covid-19 durante estas fiestas que basan su efectividad en la responsabilidad de todos, en que se puedan conjugar las restricciones con la actividad económica. Por eso, además de las medidas que se tomen, para que la situación esté bajo control hay que pedir prudencia y apelar a la responsabilidad ciudadana”.
Respecto a las imágenes de los últimos días, como el pasado día 24, tanto las fuerzas de seguridad como los hosteleros señalan que toda la jornada se desarrolló con normalidad hasta el filo de las 17 horas, cerca ya del horario de cierre para la venta de alcohol a las 18 horas, cuando empezaron a producirse excesivas acumulaciones de personas muy difíciles de controlar, unas imágenes que no deben repetirse.
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