El Cádiz CF ha dado la campanada con un plan perfecto en el Camp Nou, logrando tres puntos cuando nadie lo esperaba, sumando una victoria de época -la primera en la historia en territorio blaugrana- y saliendo del descenso. Todo de una tacada, cuando menos daban por ellos, salió el orgullo, el fútbol y la creencia en una salvación más que posible.
Sergio González apostó por la unidad B, la mayoría suplentes desde que llegó al Cádiz, para afrontar el partido en el Camp Nou, pensando quizás más en el del próximo jueves ante el Athletic. Lo avisó en la previa y lo cumplió, sin cambiar el sistema pero dando entrada a una defensa, un centro del campo y una delantera inédita con Sobrino y Lucas Pérez.
El plan estaba claro: defender y defender y hacerlo cerca de su área. Nada, en los primeros minutos, de amedrentar o amenazar a un Barcelona que contaba con casi el 80% de la posesión, recordando a encuentros anteriores en los que los amarillos siempre salieron victoriosos sumando algún punto. Y el plan era, eso sí, salir a la contra, como sucedió en la ocasión más clara del partido, fallando Lucas Pérez un balón que era más difícil tirarla fuera -como hizo- que marcar a placer tras una gran jugada de Sobrino.
Y dicho plan fue fructífero en la primera mitad gracias, en parte, a un gran Ledesma que mantuvo al equipo en las pocas acciones ofensivas de un equipo culé que no daba con la tecla ante un gran planteamiento y unos jugadores firmes en la convicción de puntuar en Barcelona.
Un inicio de segunda parte goleador y prometedor
La sorpresa y campanada inicial vino con el gol de Lucas Pérez, una remate con el corazón y la cabeza que seguían en la jugada de la primera parte. Qué portero es Ter Stegen y qué problemas tiene el bueno de Sobrino para marcar; sin embargo, tras dos remates a bocajarro, Lucas llegó para echar una mano y marcar el primero y el camino hacia la ilusión y la desesperación blaugrana. Y es que no hay nada que desquicie más a un equipo que ataca y ataca y vuelve a atacar, que verse por detrás en el marcador.
Cómo era de esperar, los minutos siguientes fueron de un asedio culé. Pero si hablamos de asedio hablamos de intensidad y de rabia, también de coraje, pero de poco juego y de menos ocasiones, incluso que en la primera parte. Pero era de esperar que la cosa cambiara y que el potencial ofensivo de los locales apareciese por algún lado.
Corazón, cabeza pero falto de ideas
Los minutos pasaban y el devenir del encuentro cada vez más se volcaba hacia el área de Ledesma con un Cádiz en bloque bajo, defendiendo en la frontal de su área (como diría Guardiola, “defensa de la prehistoria”) con todo lo que tenía y con el tanque de combustible llegando a la reserva. El Barcelona apretaba, los nervios llegaban pero nadie se levantaba de su asiento conscientes de que a este equipo, lo de marcar y ganar al final es algo que se le da bastante bien (que se lo digan al Levante).
Puede que el Cádiz recuerde, una y otra vez, las ocasiones falladas, sobre todo en la segunda parte. Porque el equipo fue atrevido pero falló casi siempre al final. Álex perdonó una tan clara como la de Lucas Pérez que hubiera matado el partido; y Sobrino perdonó el segundo también con una gran parada de Ter Stegen.
Este Cádiz, sin embargo, ha dejado claro ya, en mas de una ocasión, que van a pagar caro el descenso y su partido en el Camp Nou y su victoria lo refrendan. Un plan ejecutado a la perfección que deja a los cadistas fuera del descenso cuando nadie lo esperaba.
Ficha Técnica:
FC Barcelona: Ter Stegen, Alba, Eric García, Lenglet (76′ Adama), Dest, Busquets, Gavi, De Jong (76′ Luuk de Jong), Torres, Depay (61′ Aubameyang), Dembelé
Cádiz CF: Ledesma, Pacha, Fali, Luis Hernández, Raúl Parra (75′ Akapo), José Mari (63′ San Emeterio), Jonsson (75′ Chust), Salvi (63′ Alejo), Álex, Negredo, Sobrino.
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés) que amonestó a Dest, Luis Hernández, Alba, Torres y Busquets.
Goles: 0-1 Lucas Pérez (48′)
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