El Ayuntamiento de San Fernando, en el marco con su compromiso con la puesta en valor del patrimonio de la ciudad, ha culminado los trabajos de restauración del Molino de Mareas del Zaporito para dar una respuesta rápida y eficaz ante el deterioro detectado en la cubierta exterior del histórico y singular inmueble.
La alcaldesa, Patricia Cavada, junto al concejal de Infraestructura y Renovación Urbana, Javier Navarro, ha comprobado hoy el resultado de estos trabajos de sustitución de la cubierta del edificio.
“Se trata de un ejemplo más de la apuesta y la inversión en nuestro patrimonio”, ha apuntado la regidora isleña, que ha destacado la agilidad de la actuación y su tramitación urgente a pesar de los complejos tramites administrativos desde la detección del problema, que continuó con la celeridad del equipo de técnicos en la redacción del proyecto necesario, y la contratación de la empresa especializada en este tipo de trabajos, que tras dos meses ha concluido.
La intervención ha consistido en la sustitución de toda la cubierta del Molino de Mareas ante las patologías detectadas en el faldón sur de la misma. Se han realizado trabajos consistentes en la retirada y colocación de nuevos elementos de tejas de apariencia envejecida para conservar la estética y esencia del inmueble. Cabe señalar que en las inspecciones realizadas en el edificio con motivo de esta intervención se ha podido comprobar que el resto de la estructura se encuentra en buen estado.
Un equipamiento de referencia en San Fernando
La alcaldesa ha destacado el valor histórico y patrimonial del Molino de Mareas del Zaporito, que se ha convertido en un eje vertebral de la oferta cultural y turística de San Fernando desde su rehabilitación, contribuyendo a la dinamización cultural, comercial, de hostelería y de ocio de la ciudad.
Cabe señalar que el Molino de Mareas del Zaporito data de 1721, cuando el noble genovés afincado en Cádiz Juan Domingo Saporito decidió construir un canal que comunicara el caño de Sancti Petri con los terrenos de su propiedad en el próspero Cádiz de finales del siglo XVII y principios del XVIII para facilitar el transporte de mercancías. El caño Zaporito fue un núcleo de gran actividad, destacando el complejo industrial y comercial que suponía el molino de mareas.
Se trata de un equipamiento de referencia en San Fernando para desarrollar numerosas actividades culturales, como son las visitas teatralizadas en las que se cuenta la propia historia del molino, así como para la transmisión y conservación del conocimiento y fomento de la cultura de San Fernando y su especial y estrecha vinculación con los molinos de mareas en su Centro de Interpretación, conciertos, presentaciones de libros, exposiciones, etcétera. Un elemento patrimonial, por tanto, que contribuye a la atracción de visitantes y a la generación de economía y empleo en la ciudad.
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