No hay gesta sin grandes héroes. Normalmente hay que ser valiente para afrontar un evento o una situación particularmente peligrosa o estresante en tu día a día. El Cádiz CF, la afición, los jugadores, el cuerpo técnico y todos y cada uno de los trabajadores, afrontan en apenas siete días dos partidos que marcarán el futuro de la entidad, el ser o no ser, el descender o el permanecer otro año más en Primera. Y para lograr la gesta, lo primero que deben hacer es ganar al Real Madrid, actual campeón de Liga y finalista de la Champions.
Dicen que no hay partido pequeño pero éste del domingo a las 19.30 lleva la etiqueta de partido histórico por todo lo que conlleva. El Cádiz llegará al encuentro dependiendo de sí mismo para salvarse, incluso con opciones matemáticas de hacerlo. Para ello -pocos creen en la ecuación- deben ganar al Real Madrid y que el Mallorca no gane su encuentro, en casa, ante un Rayo Vallecano en chanclas y bañador como demostraron en la goleada encajada ante el Villarreal. Aquí hay dos problemas: Uno que el Mallorca pinche en un partido en el que se lo juegan todo, con su afición y ante un rival sin nada en juego; el segundo no es otro que el Cádiz recibe al, probablemente, mejor equipo de Europa ahora mismo en cuanto a confianza, nivel físico y mentalidad, un Real Madrid que, eso sí, podría reservar de inicio a varias de sus estrellas.
¿Es posible que el Cádiz se salve este domingo? Pues parece improbable. Pero no porque el equipo amarillo no pueda ganar su partido, sino porque los de Aguirre parece que no van a tropezar. Por tanto, es clave ganar para llegar a Vitoria dependiendo de nadie, sin la obligación de tener que mirar a Pamplona donde se podría esperar una oda al recuerdo de Aguirre, entrenador loado y alabado que podría llegar con una alfombra rojilla rumbo a la salvación. De ahí la importancia de ganar al Real Madrid (o esperar el milagro Vallecano).
La historia dice que sí es posible ganar al Real Madrid
La historia dice que los blancos han caído derrotados en el extinto Ramón de Carranza en tres ocasiones de las 18 veces que se han enfrentado. Pero la más reciente historia recoge que el Cádiz, contra los grandes, suele hacer buenos partidos. Incluso ganó a los madridistas la temporada pasada en plena pandemia y consiguió empatar esta temporada en el Bernabéu (0-0). Sin embargo el 0-3 de la temporada pasada en el Ramón de Carranza no es para nada una buena noticia.
Es por muchas y otras razones por las que el Nuevo Mirandilla debe empezar a escribir su historia. Es verdad que es el Real Madrid pero también lo es que el Cádiz depende de sí mismo a esta hora. Y de ahí que sea clave llegar a Vitoria con las riendas de la permanencia.
Rayo y Osasuna, claves en la permanencia
Pero es que en la ecuación de la que hablamos también habría que meter otras incógnitas que aún están por despejarse. Es verdad que el Granada juega en casa ante el Espanyol en la última jornada -sin nada en juego el nuevo equipo que llegará sin Vicente Moreno destituido- pero también que si no suma en el Benito Villamarín llegará con los nervios de un posible descenso sobre sus cabezas. Y también es verdad que el Alavés podría llegar con opciones también ante el Cádiz si vence en Valencia al recién descendido Levante.
Hay muchas opciones pero la que más debe contar es, sin duda, la de la gran gesta ante el Real Madrid. Estadio lleno, ambiente pre festivo, nervios de acero, templanza, fortuna y acierto para ganar a un equipo que llega de golear, sin piedad, al Levante. Pero es el único camino para allanar un poco la permanencia y no dejar en manos de Pamplona una salvación que pasa también por Mallorca este fin de semana, aunque no lo parezca.
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