El aceite de oliva de la Sierra de Cádiz, volverá ser el eje sobre el que gire de nuevo, tras el parón de la pandemia, la feria Olivera, que se celebra del 25 al 27 de marzo en municipio de Olvera, en la que será su quinta edición. La presentación de esta cita cultural y gastronómica ha tenido lugar en la Diputación, a cargo del diputado de Desarrollo de la Ciudadanía, Jaime Armario, el teniente de alcalde, Ramón Núñez, y el gerente de la cooperativa local ‘Los Remedios-Picasat’, Antonio Gerena.
Jaime Armario, en nombre de la Diputación y su institución ferial IFECA, colaboradora en la organización de la feria con el Ayuntamiento, ha manifestado el valor que tiene esta iniciativa como “escaparate” uno de su productos de proximidad, en este caso calificado como “producto estrella”: El aceite de oliva virgen extra de montaña, producido de modo artesanal y con altos parámetros de calidad. “Si algo caracteriza a los productos agroalimentarios de la provincia es su excelencia”, ha afirmado el diputado.
Presencia en grandes ferias nacionales
Rentabilizar este potencial forma parte de las políticas que la Diputación viene desarrollando desde hace años y que Jaime Armario ha resumido en varias líneas: la presencia en grandes ferias nacionales, de la mano del Patronato de Turismo; la promoción en las propias ferias locales, como esta de Olivera, o la que se celebra este fin de semana de carácter provincial por primera vez, Cádiz Bienmesabe; y el apoyo a medios y pequeños productores al dar a conocer sus productos.
Los detalles del programa de la feria Olivera 2022 han sido ofrecidos por Ramón Núñez, quien, tras dos años de parón por el COVID-19, ha agradecido el apoyo de la Diputación para celebrar esta quinta edición, con la presencia confirmada de al menos 37 expositores. El teniente de alcalde ha destacado algunas particularidades de las explotaciones del olivar de montaña, con un “laboreo difícil” y ha celebrado que con esta feria “se ponen encima de la mesa las bondades de este producto y la transversalidad que tiene”, en alusión a su incidencia, no sólo como bien de consumo básico, sino también como herramienta de dinamización turística, económica cultural y de empleo.
Recinto ferial de Olvera
El grueso de la actividad de este evento se desarrolla en el recinto ferial de Olvera, si bien existen diversas actividades que tendrán lugar en otros puntos de la localidad, en parte para distribuir el público y reducir las aglomeraciones. Desde la inauguración, fijada el viernes 25 a las 12:00 horas, hasta la clausura, el domingo 27 a las 18:00 horas, la feria integra en su programación diversas actuaciones para todos los públicos que se suman a la actividad expositiva, como food trucks, catas de aceite, concurso de pintura rápida ‘Pintando el aceite’, Peque Master Chef, actividades deportivas, rutas turísticas a pie, cocina en directo y el concurso de platos cocinados con aceite de la Sierra. Este concurso reparte 45, 30 y 15 litros de aceite oliva virgen extra para los tres mejores platos.
También hay espacio para la investigación con la jornada técnica ‘Mecanización del olivar tradicional y mejora de la calidad del aceite de oliva’. Por otro lado, la ruta cicloturista por los olivares de la sierra también combina cultura, gastronomía y deporte. En el caso del concurso de pintura rápida, los cuatro premios que se otorgan oscilan entre los 800 y los 400 euros, aderezados, como no podía ser de otro modo, con su correspondiente garrafa de 5 litros de aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Como novedades este año se cuentan dos actividades previas a la feria: Desde el viernes 18 de marzo ya Olvera ofrece una ruta gastronómica por diferentes establecimientos hosteleros de la localidad y un premio singular: el peso del hostelero ganador en aceite. También se celebra por primera vez el miércoles 23, en el centro ocupacional Taomi, una jornada de cocina inclusiva con la chef Lorena Gamaza.
El olivar de montaña
Antonio Gerena ha ofrecido algunas claves sobre la singularidad del olivar de montaña, con una explotación que conserva técnicas artesanales, olivos de edad centenaria y modos de producción muy costosos por la irregular orografía. Esto da lugar a un producto único y variable año a año, de sabores que difieren según son las condiciones en que se desarrolla la campaña de producción y recogida.
Entre los valores de este producto ha destacado que cuenta la certificación oficial de técnicas de producción integradas, lo que supone una garantía de sostenibilidad, y en esta misma línea, ha señalado que parte del olivar está reconvertido a zona de cultivo ecológico. Y, por supuesto, ha mencionado la Denominación de Origen ‘Sierra de Cádiz’, como garantía de calidad. Olivera es “una oportunidad de a conocer todas estas cualidades al consumidor”, según ha explicado el gerente de la cooperativa olvereña.
Gerena también ha mencionado la incidencia que ha tenido la persistente sequía en el pasado año, que derivó en una reducción del 25% de la producción, y ha indicado que en el actual las lluvias están llegando justo en el límite de la campaña. Una buena noticia que se espera pueda compensar en parte el largo período sin precipitaciones.
Por último, Antonio Gerena se ha referido a las repercusiones que puede tener para el sector del olivar la situación de conflicto bélico en Ucrania, exportadora de girasol, si bien “no será hasta las próximos meses cuando veamos si esto tiene una incidencia real en el aumento de consumo de aceite de oliva”. De momento sí ha percibido un ligero incremento de demanda, en su opinión más atribuible al “temor al desabastecimiento”, que a un cambio de hábitos por parte de los consumidores habituales de aceite de girasol.
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