A nadie se le escapa que la situación actual en España es preocupante. La apertura o no de las comunidades autónomas y la movilidad entre las mismas, parece no ser inminente. Ni tan siquiera está claro que Andalucía, por ejemplo, abra movilidad entre provincias. Y a las puertas de una Semana Santa atípica, todo se recrudece más pero se alberga una esperanza mayor con el verano en el horizonte. Pero los tristes números causados por el coronavirus sitúan en el último trimestre de 2020 en un 75.3% la caída del turismo en Andalucía y, por ende, en Cádiz y necesita, con urgencia, que esos números mejoren.
Y para ello es vital el turismo extranjero. La noticia, por ejemplo, de la conexión de vuelos desde Jerez a Frankfurt o Múnich, se ha acogido con optimismo. La empresa alemana Lufthansa ha anunciado vuelos con la ciudad a partir de mayo y puede ser un primer paso para paliar la crisis actual que asola a toda la provincia que vive mayoritariamente del turismo.
En apenas un año y medio, desde verano de 2019 a final de 2020, la caída es de casi diez millones de turistas. Se recibieron, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta, 1.587.161 turistas en Andalucía, dejando claro que la crisis se acrecienta con el paso de los meses. Tanto es así que la mayoría de turistas fueron andaluces, alejándose de un turismo extranjero que siempre ha sido bienvenido y necesario.
Porque Cádiz vive del turismo nacional y también del nacional y andaluz pero echa de menos al turismo alemán, por ejemplo. Y de ahí se aplaude la idea de muchos empresarios hoteleros de la provincia que han apostado fuertemente por el verano y no por una Semana Santa descafeinada que en ningún caso salvará la economía de nadie y puede poner en riesgo la temporada estival que se mira con anhelo y esperanza.
En Cádiz se recibieron sólo 265.880 turistas en el último trimestre de 2020, un 70,1% menos de lo que suele recibir en estas fechas. Sin embargo, el turismo interior podría ser este año un salvavidas para el sector de los viajes, también. El mercado nacional no será suficiente para sostener toda esta industria, pero sí que permitirá mantener ciertos niveles de actividad mientras avanza la campaña de vacunación y se resuelven las trabas a la movilidad de cara al verano. Es por ello que el sector turístico ha propuesto al Gobierno activar bonos vacacionales que fomenten los viajes internos. Esto es una especie de subvención al veraneo de las familias españolas, como ocurre con el Imserso y con el Bono turístico andaluz que puso en marcha la junta de Andalucía.
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