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La Junta pone el ojo en chupetes, asientos infantiles y mochilas portabebés

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ejecuta desde el pasado mes de julio la campaña de inspección de artículos de puericultura, con el objetivo de comprobar que estos productos, destinados a bebés y niños y niñas de corta edad, cumplen los requisitos básicos y generales de información y seguridad en su etiquetado, presentación y publicidad.

Las actuaciones inspectoras afectan a todo tipo de artículos de puericultura, como chupetes, broches de chupetes, cubiertos y utensilios para alimentación, asientos infantiles para bicicletas, mochilas portabebés, moisés, arneses, cunas, saltadores, asientos elevadores, cambiadores para uso doméstico, hamacas reclinables, barreras de seguridad o andadores.

Participan en esta campaña todos los servicios provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Consumo y, según los objetivos previstos, se realizarán en todas las provincias andaluzas al menos 138 actuaciones de inspección. Además, se tomarán 15 muestras reglamentarias de chupetes y otras 15 de broches para chupetes para su ensayo en un laboratorio acreditado, y verificar así que se cumple la normativa de seguridad.

Campaña de inspección

Con la puesta en marcha de esta campaña de inspección de productos de puericultura, la Dirección General de Consumo ya tiene en ejecución la totalidad de las campañas enmarcadas en el sector de los productos industriales correspondientes al Plan de Inspección de Consumo de 2024, que comprenden: la campaña de control general de productos industriales; la campaña de seguridad y etiquetado de juguetes; la campaña de inspección del etiquetado y de la seguridad de disfraces, caretas, máscaras y similares destinados a ser utilizados por niños y niñas menores de 14 años; esta campaña de inspección de artículos de puericultura y la campaña nacional de inspección en el marco del Plan Sectorial de Mercado para la vigilancia de productos no alimenticios (2022-25). Estas campañas comprenden alrededor de 2.000 actuaciones a lo largo del año.

La detección de productos inseguros se puede hacer a través de las actuaciones que se realizan en las campañas de inspección de Consumo y a través de denuncias de personas consumidoras, que detectan y reportan a la Administración productos que pudieran ser inseguros.

Si en las evaluaciones y análisis se confirmara que el producto incumple la normativa de seguridad, se notifica a la Red de Alerta de Productos de Consumo, un sistema de intercambio rápido de información que conecta a las administraciones de Consumo a nivel autonómico, nacional y europeo. El proceso culmina con la retirada del mercado de los productos incluidos en la Red de Alerta. Para ello, se inmoviliza la mercancía, se prohíbe o suspende la venta de los productos, se retiran las existencias de los establecimientos y se toman medidas para recuperar los que ya se habían vendido.

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