Son muchas las voces de distinto color político que han coincidido en las últimas horas en un mismo mensaje: “Yo me quedo en casa”. Y todo para intentar evitar, en la medida de lo posible, que la escalada y la rápida propagación del virus en esta tercera ola, afecte, aún más, a la economía familiar y a miles de autónomos que tendrán que parar su actividad, como al inicio de la pandemia. Un confinamiento voluntario parece ahora mismo lo más lógico.
El primero en lanzar el mensaje, fue el Consejero de salud y Familias, Jesús Aguirre, quien dejó bien claro que su única idea era quedarse en casa a partir de las ocho de la tarde. Lo hizo viendo que el Gobierno de Pedro Sánchez sigue denegando la petición de la Junta de Andalucía y de otras comunidades que solicitan que el Toque de Queda se establezca a esa hora. “Yo me voy a quedar en casa a partir de las ocho de la tarde”, dijo. Aunque lo que le gustaría a la Junta es que se le dieran competencias para establecer un confinamiento domiciliario y no tener que pedir un confinamiento voluntario.
Pero los mensajes han seguido prodigándose en la misma línea en otros dirigentes políticos como la alcaldesa de Jerez Mamen Sánchez. “Yo les pido a los jerezanos y jerezanas que este fin de semana se queden en casa”, al menos en la medida de lo posible. No hay restricciones obligatorias pero estamos en un momento clave en el que estos mensajes deben calar en los ciudadanos porque existe una clara necesidad de que los gaditanos nos quedemos en casa.
Habrá más confinamientos en más municipios
El virus avanza de manera rápida, superando todos los registros posibles. En Andalucía se batió un récord de contagios este viernes y Cádiz supera la barrera de los 800 contagios por cada cien mil habitantes (885,2). Además varias localidades se han sumado a los que ya han superado la tasa por encima de los mil contagios. San Fernando, Jerez, Setenil de las Bodegas y Prado del Rey. Todas ellas, irremediablemente, si no bajan de esa cifra, verán cómo cierra toda su actividad no esencial.
De ahí que nuestros políticos estén lanzando mensajes unificados para hacer ver a la ciudadanía la importancia de cumplir con las normas, pero también hacer lo que se debería, pese a que el Gobierno Central siga mirando hacia otro lado.
Las medidas de confinamientos han sido las únicas que han demostrado ser eficaces frente al avance de la COVID-19. En esa misma línea deberían seguir las restricciones antes de que todo sea demasiado tarde. Sin embargo, el Ministro Salvador Illa, que dejará su cargo la próxima semana para centrarse firmemente en su candidatura a la Generalitat, sigue diciendo que “con las medidas actuales doblegamos dos veces la curva y volveremos a hacerlo“. Aunque quizá obvia una punto importante: Es muy probable que este avance tan rápido del virus se deba a las distintas variantes del virus, como la británica, que parece arraigada y extendida por todo el territorio nacional.
32 municipios por encima de los 500 casos
Ahora mismo el riesgo es evidente. Nada parece hacer pensar que la curva va a doblegarse pronto. Y donde todos apuntan a la Navidad, muchos deberíamos pensar que hay algo más allá. En Cádiz hay 32 municipios gaditanos que superan una tasa de incidencia también por encima de los 500 casos por cada cien mil habitantes. Esto implica el cierre perimetral también en Alcalá de los Gazules, Algar y Benaocaz que se sumaron este viernes.
Pero aún peor será la situación en las localidades, que de no bajar los contagios, verán cerrada toda su actividad no esencial. Así está sucediendo en municipios como La Línea, Los Barrios, Castellar o San Roque, que, pese a las restricciones, no bajan sus contagios. Por tanto, mientras que sigamos saliendo, no nos quedemos en casa, con un confinamiento voluntario, el virus seguirá campando a sus anchas.
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