Hace apenas una semana concluía la vendimia 2020 en el Marco de Jerez. El momento en el que se recoge el fruto de la vid, pasa antes por tantos procesos codependientes que casi parece una casualidad más que una cosecha. Según el Consejo Regulador de los vinos de Jerez, el momento óptimo para la recogida es entre los meses de agosto y septiembre. En este tiempo, “el escobajo verde de la vid se vuelve oscuro y la uva se rinde”, señalan.
Pero el momento exacto no depende de calendario, pues es cosa de la naturaleza. La campiña de Jerez suele sufrir lluvias cuando acaba el verano. Es por eso que depende de las previsiones meteorológicas, tanto el momento de vendimiar, como la producción total de todos los años.
La de 2020 ha sido una vendimia “complicada”, en palabras del Consejo. Como ya viene siendo costumbre, este año se caracteriza por las complejidades, y el mundo del vino no iba a ser menos. La producción ha caído un 7% con respecto al año pasado. Con una media que no llega ni a los 8.000 kilos de cosecha por hectárea en los viñedos de la Denominación de Origen.
La institución responsable de la tutela del Sherry explica que las razones se esconden detrás de la meteorología. Un otoño e invierno muy seco cuyas lluvias no han sido suficientes para alimentar el campo. Un aumento de las temperaturas en febrero que provocaron un adelanto de la brotación con el riesgo de la vuelta del frío. En definitiva, condiciones que han hecho que la uva tenga que adaptarse a situaciones distintas.
“Todos los años los viticultores se enfrentan a condiciones ambientales diferentes que repercuten directamente en el rendimiento, sanidad y calidad de sus cosechas”, comenta Ana Jiménez, investigadora del Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria de la UCA. Según Jiménez, a pesar de las adversidades, se ha conseguido recolectar la uva “con éxito”.
Pero a pesar de las complicaciones, la vendimia nos deja con un avance sin precedentes para el Marco de Jerez: la compensación por la calidad de la uva. La bodega Williams & Humbert ha decidido pagar a sus proveedores no sólo por el peso de la cosecha. “Ahora se valorarán parámetros como el grado, la sanidad, el pago de procedencia y la recolección manual o despalillada, explica la docente. Toda una novedad que apuesta por la calidad del producto, y no por la cantidad.
Se cierra una vendimia de supervivencia, ya que no se ha reportado ningún caso positivo por COVID-19 ni en el personal ni en los lagares de las bodegas. Las condiciones extraordinarias del resto de temporales climáticos tampoco han favorecido al resultado final. Pero sin embargo, “la vendimia de 2020 será recordada en la historia de la vitivinicultura del jerez por la apuesta de la calidad de sus vinos desde el viñedo”, concluye la investigadora.
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