Viejos fantasmas parecen amenazar la paz mundial con la invasión de Ucrania por parte de Rusia y su líder Vladimir Putin que centra la ira y el temor de la mismísima Alianza Atlántica que cree firmemente en que los deseos imperialistas irían más encaminados en recuperar la totalidad de la antigua URSS que un invasión puntual con una excusa barata en Ucrania.
Los objetivos de Vladímir Putin, “no se detienen en Ucrania”, dijo la OTAN este viernes. Y además han anunciado que la Alianza ha empezado a desplegar parte de su Fuerza de Respuesta para garantizar la protección de cada uno de sus miembros, si fuese necesario. Pero el miedo a una “guerra sin sentido” que acabe con un conflicto aún mayor, son una realidad palpable puesto que, como alertó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, “los objetivos del Kremlin no se detienen en Ucrania”.
“Los objetivos del Kremlin no se detienen en Ucrania”, alertó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al término de una cumbre de líderes aliados por videoconferencia, convocada de urgencia ante la “guerra sin sentido” emprendida por Rusia contra su vecino.
Miedo a los deseos imperialistas de Putin
“Tenemos que tomarnos esto en serio y eso es exactamente lo que estamos haciendo. Y ahora vamos desplegar las fuerzas de respuesta de la OTAN por primera vez en defensa colectiva”, aseguraba Stoltenberg. También confirmaba que estamos ante la “crisis de seguridad más seria a la que se ha enfrentado Europa en décadas” y emplazó a todos los miembros de la OTAN a estar “listos para hacer más, incluso si eso significa que tenemos que pagar un precio”.
El despliegue armamentístico “de defensa” que está llevando a cabo la OTAN es descomunal. Solo Estados Unidos, Canadá y los aliados europeos han desplegado miles de tropas más en la parte oriental de la Alianza, y que hay “más de 100 aviones en alerta máxima operando en más de 30 lugares diferentes y más de 120 buques desde el Alto Norte hasta el Mediterráneo”, incluyendo tres grupos de portaaviones de ataque.
Ucrania, al no pertenecer a la OTAN no cuenta con el apoyo “real” de la fuerza de la Alianza Atlántica. No sería así si Rusia decidiese atacar a algún país miembro de la Alianza. Y no tendría por qué suceder, aunque los deseos imperialistas de Putin hacen temer lo peor.
Se piensa que Putin quiere recuperar lo que un día fue la Unión Soviética, oficialmente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que existió de 1922 a 1991. Ucrania, formaba parte de ella. Una tarea aparentemente imposible porque hay actuales países como Lituania o Letonia que formaron parte de la URSS y son ahora mismo dos de los 30 países que forman parte de la OTAN. Incluso Ucrania ha manifestado en varias ocasiones su deseo de entrar en la Alianza, algo que Rusia nunca vio con buenos ojos.
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