¿Qué separa a patronal y trabajadores del metal del fin de la huelga?

Este sábado se cumple el quinto día de huela indefinida del sector del metal en Cádiz que está produciendo pérdidas millonarias y que mantienen aún muy lejos las posturas de empresarios, sindicatos y trabajadores del sector. La falta de acuerdo tras varias reuniones, hace temer lo peor en una situación que no parece estar próxima a una solución temprana.

La negociación entre patronal y sindicatos sigue estancada después de que no se alcanzara un acuerdo el pasado jueves. Ni FEMCA (Federación de empresarios del Metal en Cádiz) ni tampoco los sindicatos representantes de los trabajadores quisieron cerrar un acuerdo, poniendo de manifiesto que las posturas están muy lejos ahora mismo.

Dos posturas lejanas

En medio de una crisis acuciante, los empresarios del metal siguen apostando por no atender los porcentajes de subida salarial que piden los trabajadores y que sitúan en una subida acorde al IPC para no perder poder adquisitivo. En FEMCA consideran inasumible esa subida ni la creación de un nuevo convenio colectivo “digno” como califican los trabajadores.

La falta de acuerdo provoca que los cortes de carretera sigan siendo una constante y que este mismo sábado haya convocada una manifestación sindical prevista para las 17.00 horas. Los sindicatos Coordinadora de Trabajadores del Metal de la Bahía de Cádiz (CTM), Confluencia Sindical Bahía de Cádiz (CSBC) y Confederación General del Trabajo (CGT) han convocado esta manifestación bajo el lema ‘Cádiz con su industria por un futuro digno’. Son los propios sindicatos los que hacen un llamamiento a la ciudadanía para movilizarse pacíficamente y mostrar su apoyo al sector del metal en la ciudad y la Bahía, en huelga indefinida.

Propuestas de FEMCA no aceptadas

Uno de los principales problemas actuales en la falta de acuerdo es el periodo de vigencia del nuevo convenio y el incremento salarial demandado por los trabajadores. Estos escollos hacen que patronal y sindicatos no hayan llegado a un acuerdo en ninguna de las tres reuniones que han mantenido. Tanto es así, que en una nota de prensa enviada por la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz, se recogía el sentir de las empresas: “Nos hemos encontrado con una posición inmovilista por parte de los sindicatos. Nuestras empresas entienden que la postura última que pusieron ayer encima de la mesa es prácticamente la misma de la del inicio de las negociaciones con la entrega de la plataforma. En esa situación, y habiendo FEMCA cedido hasta en cuatro ocasiones en las reuniones privadas que habíamos mantenido, las empresas nos trasladan que no podrían soportar el cambio en las tablas salariales que los sindicatos proponen, que supondría la quiebra para la gran mayoría de ellas”, ha asegurado José Muñoz, secretario general de FEMCA.

Tres propuestas presentadas por FEMCA

Dentro de las propuestas se ha ofrecido un incremento salarial del 2% anual hasta 2023 y de un 2.25% en 2024. Fue rechazada. También se propuso una nueva propuesta hasta 2023, un año menos, con un 2% de incremento salarial y se abonaría la diferencia según la inflación del momento y el IPC, según se sitúe por encima o por debajo de ese incremento salarial. Tampoco fue aceptada. Y la última, viendo que los sindicatos pedían una revisión anual, en la mesa de negociación se propuso un incremento del 1,5% aplicable en 2021, elevándose al 1,75% en 2022 y 2023. La posición de FEMCA se basa en “la insuficiente carga de trabajo del ejercicio actual y el 2020, como consecuencia de la caída del mercado y la recesión económica”

Trabajadores que piden una revisión anual

Sin embargo, los trabajadores demandan un convenio colectivo que no tenga una duración mayor a dos años y exigen que se traslade cada año a las tablas salariales el incremento del IPC real, que se ha incrementado últimamente y que les hace perder un poder adquisitivo también inasumible.

Ante esta situación y con el consiguiente desgaste en ambas partes, sindicatos y trabajadores siguen utilizando la baza de las pérdidas millonarias diarias que sufren las propias empresas tractoras. Consideran que cada día que pasa empeorará una situación sin mano de obra necesaria.