Es difícil entender cómo el Cádiz CF ha sido capaz de dejar escapar dos puntos en el descuento del partido ante el Girona. Es verdad que los de Míchel pudieron marcar mucho antes, pero también que el penalti llega sobrepasado el minuto 98 de partido y que el penalti es cuanto menos dudoso. También es verdad que es difícil ganar un partido tirando dos veces entre los tres palos y recibiendo más de trece disparos a portería, nueve de ellos entre los tres palos.
La alineación inicial recogía lo previsible –la vuelta de Iza a la titularidad tras su sacrificio por el bien común ante el Villarreal- y otra menos esperada como la presencia de Álex Fernández en lugar de Bongonda, junto a Negredo arriba. Y el planteamiento tampoco distó mucho de la semana pasada, con un Cádiz rocoso, bien plantado pero en esta ocasión sin tantas urgencias ni presión arriba.
Sobrino, sin puntería una vez más
Los primeros compases del partido transitaron por la calma absoluta y el dominio de su área del Cádiz que dominaban el encuentro, al menos no daba opciones al Girona de creer ni de crecer en el encuentro. Sin embargo, el único que se acercaba y que, al menos, intentaba acercarse a zonas de peligro, era el conjunto de Míchel. Porque los de Sergio buscaban tan solo una contra que llegó en el 37 de partido donde Rubén Sobrino, lento e ineficaz -otra vez- falló un mano a mano con Juan Carlos; fue la ocasión más clara de la primera parte y le cayó a un Sobrino siempre voluntarioso pero que está negado de cara al gol casi siempre (también en la segunda parte en otra buena arrancada no culminada dentro del área).
Los números de Sobrino dejan mucho que desear -si hablamos de acciones ofensivas del equipo que menos tira a puerta de la Liga- pero le da muchas cosas a Sergio. La prueba es que es titular siempre. Su presencia no es nunca una duda y, sí rotal los de alrededor. La presencia de Álex, apuesta de Sergio, dio sus frutos en el inicio de un segundo tiempo en el que el Cádiz pudo y debió matar el partido. Sus salidas a la contra eran una constante, sustentados siempre bajo la tutela de un extraordinario Conan Ledesma.
Castigo excesivo de penalti, al final
Stuani le dio mucho al Girona que buscaba con peligro el área rival; el Cádiz contraatacaba y metía gente de refresco con Choco y José Mari, también con Zaldua sustituyendo a un lesionado Iza. El Cádiz había pasado la zona cero, la de las complicaciones en la segunda parte, marcando y apenas sufriendo. Eso sí, una chilena de Castellanos en el 67 se estrelló en el larguero. Fue el inicio de un sufrimiento permanente del Cádiz que se encerró atrás y que buscaba la salida a la contra sin éxito. El plan estaba claro.
El Cádiz pasea siempre por el alambre de la portería a cero pero la realidad es que concede demasiadas ocasiones en contra y eso es un castigo que finalmente llega. El Girona marcó, de penalti, en el tramo final pero pudo marcar antes si no es por Ledesma. El Cádiz intentó defender, fue siempre a contracorriente, intentó contraatacar pero no lo consiguió nunca hacerlo de manera fácil, más allá de otra contra de Sobrino que terminó en el limbo. Y
Está claro que el Cádiz compitió, que ha mejorado, pero el Girona disparó 23 veces a portería, seis de ellas entre los tres palos, y así es difícil ganar un partido de fútbol.
Ficha técnica:
Girona FC: Juan Carlos, Arnau, Bernardo, Javi Hernández (Stuani 52′), Miguel Gutiérrez (Fernández 87′); Herrera (Vallejo 80′), Aleix García, Romeu; Riquelme (Tony 80′), Castellanos.
Cádiz CF: Ledesma, Iza (Zaldua 60′), Pacha Espino, Luis Hernández, Chust; San Emeterio (José Mari 59′), Alcaraz, Sobrino, Alejo (70′ Cala): Álex (Brian Ocampo 77′)y Negredo (Choco Lozano 59′).
Árbitro: De Burgos Bengoetxea, comité vasco, que amonestó a Sobrino, Áleix García, San Emeterio, Alcaraz, Arnau, Castellanos, Bueno, Stuani,
Goles: 0-1 Álex Fernández (46′); 1-1 Stuani (101′)
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