Comenzar una crónica por el árbitro suele ser motivo de enfado del que escribe o de experiencia casi religiosa para intentar explicar cómo funciona el estamento arbitral y para qué está o no el VAR. Uno puede entender mejor la expulsión de Víctor Chust cuando descubre que en la sala VOR estaba del Cerro Grande, uno de los árbitros más perjudiciales en la historia reciente del Cádiz CF, como el tanto concedido al Elche la temporada pasada en claro fuera de juego. Del Cerro y sus no expulsiones en Almería al conjunto almeriense y Del Cerro el que no corrigió a Gil Manzano en un error mayúsculo.
Porque con un error como éste, el resultado ya da igual. La moral queda por los suelos tras una primera parte sufrida en las que el Celta mereció más, al menos no ir perdiendo, pero en la que el Cádiz conectó un gran centro de Alejo y gran remate de Chris para poner a los amarillos por delante. Con David Gil en plan protagonista y un Cádiz proponiendo más con balón -hasta marcar- el partido fue por donde querían los visitantes que hicieron un trabajo descomunal en la segunda mitad con un hombre menos.
El Celta no había remontado nunca un partido
Sergio había pedido más con balón, confía en lo que su equipo puede hacer y los primeros minutos le dieron la razón. Después del tanto es verdad que el equipo retrocedió diez metros su posición en el campo y eso le dio alas al Celta de Benítez que se encontró con David Gil una y otra vez hasta la segunda parte en la que Larsen, el mejor del Celta, encontró el ansiado tesoro.
La decisión arbitral no solo fue un momento puntual. Sólo hubo que fijarse en que el Cádiz terminó la primera parte con tres amarillas y una roja y el Celta con el cuadro de amonestaciones en blanco. Todo suma y todo resta. Con diez hombres y con tres meses sin ganar al Cádiz le costó demasiado aguantar el peso del partido y las acometidas de un Celta muy paciente que supo trabajar para encontrar los espacios en una bien poscionada defensa pero con un bloque demasiado bajo.
Habrá quien se quede con lo negativo pero del partido salieron muchas cosas positivas que refrendan el espíritu de un equipo que peleó contra todo y contra todos (el lema del año pasado tendrá que seguir vigente) ante un rival que no fue mejor y que acabó por debajo en la tabla y con la sensación mucho más triste y frustrada que un Cádiz fortalecido que sobrevivió porque creyó (sostenido por un gran David Gil) y que no ganó, quién sabe, por una decisión injusta que marcó el partido.
Ficha técnica:
Celta de Vigo: Guaita, Vázquez (Carles Pérez 54′), Starfelt (Sotelo 54′), Núñéz, Sánchez; Mingueza, Tapia, De la Torre (Dotor 91′), Bamba; Aspas, Larsen (Douvikas 91′)
Cádiz CF: David Gil, Iza, Fali, Chust, Javi Hernández; Sobrino (Zaldúa 77′), Álex, Alcaraz (Diakité 95′), Alejo (Pires 78′); Roger Martí (Momo 39′) Chris Ramos (77′ Maxi Gómez).
Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño) que amonestó a Iza, Sobrino, David Gil, Momo, Alcaraz, Dotor y expulsó a Chust.
Goles: 0-1 Chris Ramos (16′); 1-1 Larsen (57′)
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