Un turismo interior por la provincia de Cádiz en plena Semana Santa

Están cambiando las costumbres pero la vida avanza, al menos, un poco más. En las mismas fechas del año pasado, ni movilidad, ni cerca ni lejos: Confinados. Un año después el ciudadano gaditano puede presumir de poder moverse en su misma provincia, disfrutar de sus terrazas (con moderación y respetando las actuales restricciones) y también de mirar al futuro con optimismo.

Porque aunque la amenaza de una cuarta ola es una realidad, las semanas previas han servido para esto que tenemos ahora mismo. Ciudades confinadas y cerradas perimetralmente, pero también sin actividad esencial. Así estuvo la provincia a mediados de febrero. Localidades como Jerez y San Fernando cerraron filas en torno al coronavirus. Se blindaron. Hoy por hoy, no hay ninguna localidad gaditana con una tasa de incidencia en los últimos catorce días por encima de los 500 contagios. Tanto es así, que Puerto Serrano, con 475, es la tasa más alta.

Objetivo Tasa Cero

Y el objetivo no deja de ser encontrar el camino a la tasa 0, como ocho localidades gaditanas tienen ya. Estas son Alcalá de los Gazules, Algar, Benalup-Casas Viejas, Grazalema, Prado del Rey, Torre Alháquime, Zahara y Villaluenga del Rosario. Llegar a esa tasa es el objetivo de Cádiz pero también del país entero que se encuentra cerrado perimetralmente y cuya movilidad entre comunidades es inexistente.

Es tiempo de disfrutar en la provincia desde este mismo viernes. Y aunque hay zonas más perjudicadas que otras, desde este viernes, la provincia está libre de circulación. Eso sí, la tasa de incidencia general no desciende y se sitúa en 86,5, con algunos distritos más preocupantes que otros, como la Sierra de Cádiz, el peor en datos, con 156.6 contagios por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días.