Las joyas enológicas gaditanas también triunfan en subastas

Llega la Navidad y además de tener fantásticas comidas en nuestras mesas, las bebidas que las acompañan son un aliciente fundamental. Por ejemplo, esos vinos espaciales que además de degustar, ahora se pueden convertir en un regalo para paladares exquisitos, o también en una inversión con mucho futuro.

Se trata de esos vinos de lujo que ocupan un lugar más elevado incluso y que hacen las delicias de coleccionistas en todo el mundo. Unas joyas con mucho futuro dentro del mundo de las subastas internacionales. Y en esta lista de elegidos, España y los caldos de la provincia de Cádiz, empiezan a asentar su hueco.

Una de las características más importantes de este tipo de vinos pasa por ser son capaces de envejecer en botella y sus bodegas son apreciadas y valoradas en el mercado y el circuito de ventas. Pues, ambos requisitos los cumplen los caldos gaditanos. Hay que tener en cuenta que este mercado secundario para la venta de vino es amplio y descentralizado. Las regulaciones para la venta de alcohol varían de un país a otro, añadiendo más complejidad. Pero cerca de profesionales, el éxito de la compra está asegurado.

Según los especialistas, la historia de vino, es decir, su fuente, su ciclo de vida y su guarda. Su procedencia es un dato fundamental.

La botella de vino más antigua del mundo

La botella de vino más antigua del mundo es la botella de vino Speyer (o Römerwein en alemán). Un recipiente sellado, que se presume que contiene vino líquido, que fue desenterrado de una tumba romana del siglo IV d.C.

Se encontró originalmente en 1867, en la región de Renania-Palatinado en Alemania, cerca de Speyer. Es uno de los asentamientos más antiguos de la zona. 

Tesoros de nuestro mundo vinícola

Hay muchos coleccionistas de vino en todo el mundo que compiten por adquirir los vinos más raros y las botellas más valiosas, cuya disponibilidad a menudo es escasa. Pues ha sido la casa de subastas Christie’s en su sede en Londres la que nos ha recordado hace unos días y para terminar el año el valor de los vinos gaditanos y el tirón que tienen en subastas.

En concreto, se remató un lote formado por cuatro botellas de la Saca Estacional de Solear pasada en rama de 1999 denominada “Saca Releases”. Esta hace referencia a la primera vez que se elaboraba una saca estacional en el Marco de Jerez, que comprenden las cuatro estaciones: saca de primavera, verano, otoño e invierno en 715 euros.

En 1999 marca su inicio la Manzanilla Solear Pasada en rama. Este fue el año en que las Bodegas Barbadillo se decantaron por embotellar su vino directamente de la bota a la botella, o lo que es lo mismo, “En Rama”. Son un ejemplo de una de las tradiciones más espaciales de Sanlúcar de Barrameda, un trabajo de la crianza biológica de largo recorrido.

Otro remate inesperado, fue este conjunto de tres botellas exclusivas de las que no se pueden conseguir a penas ejemplares y que llegaron a un precio final superior a los 1.800 euros. Estaba formado por dos amontillados y un palo cortado que provienen de “botas únicas” de enorme singularidad de la escondida bodega San Roberto. 

Otra joya en subasta y con historia. Son los que se conocen como “Reliquias de Barbadillo” porque han envejecido durante tanto tiempo que son particularmente raros y escasos. Aunque es muy difícil decir su edad exacta, los registros de Barbadillo indican que sus orígenes pertenecen a la primera mitad del siglo XIX. Se presentan en elegantes decantadores soplados a mano y en cajas de madera de presentación individual. Estos vinos de Jerez muy añejos han madurado en la “solera” Pedro Ximénez de la bodega “Porto” ubicada en la calle Sevilla formada en 1921. Color caoba intenso y muy oscuro con notas de topacio y yodo en el borde. No hay mejor descripción. Un conjunto se vendió ya en 2000 en Christie’s New York por más de 1.200 euros.

Comprar sin fraudes

Para evitar posibles fraudes, los expertos recomiendan a los nuevos coleccionistas pedir información sobre el origen del vino y preocuparse por las condiciones de guarda una vez adquirido. Para quedarse aún más tranquilos, empresas especializadas como OENO contratan inversores que se encargar de custodiar los vinos en un almacén fiscal con todas las garantías de conservación.