El Cádiz logro una victoria ante el Real Valladolid en la guerra de Pezzolano. Dos goles de Theo Bongonda, un penalti fallado, otro marcado y un éxtasis final entre la grada (clave en el triunfo) y un equipo que acaricia la permanencia más que nunca.
El Cádiz salió con lo previsible salvo la novedad de Rubén Alcaraz por San Emeterio, dos ex del Real Valladolid. El mensaje era, cuanto menos, una propuesta más ofensiva, al menos con un perfil de más llegada como el de Alcaraz que Fede. Con la delantera esperada y Bongonda en su lugar natural ante la ausencia de Alejo, el partido arrancaba con lo esperado, salvo por la triste lesión de Fali en el calentamiento. Meré ocupaba su puesto. Y en cuanto a lo esperado, también la afición. Qué recibimiento para dar la bienvenida a un equipo necesitado de puntos.
La guerra de Pezzolano fue en el comienzo lo que se veía venir, dos equipos intensos y bravos en zona de tres cuartos, mucha precipitación y poco acierto pero con el Cádiz mejor colocado, empujado por la grada, y con mejores intenciones. En el diez llegó la primera: Un balón dentro del área acabó en un despeje salvador de Escudero cuando Guardiola le ponía en bandeja el primero a Bongonda. El balón fue a córner y el remate del mismo acabó con un cabezazo alto de Chris Ramos. Grada encencida y también los banquillos.
Respondió bien el Valladolid, demostrando que Meré iba a sufrir; Sergio León se deshizo fácilmente del central y cuando se disponía a marcar, Alcaraz le robó el primero también in extremis.
Alcaraz falló la pena máxima
Las cosas fueron subiendo de intensidad, ninguno dominaba claramente, los dos se precipitaban en la línea de tres cuartos y ahí es donde llegó la locura. Un penalti sobre Chris Ramos que generó en un sinfín de protestas pucelanas reclamando, primero, un fuera de juego al penalti sobre el futbolsita gaditano y, también, una falta previa de Iza que el VAR no revisó. El penalti, tras varios minutos de incertidumbre fue estrellado por Rubén Alcaraz. Perdonó la vida el Cádiz al borde del descanso.
En la guerra hay muchas batallas y la primera parte se saldó con un empate que no valía para ninguno pero la moral, por eso de los bandos, parecía estar más alta en el lado pucelano. Y todo ello a pesar de que las ocasiones eran cadistas. Bongonda, voluntarioso e incisivo falló a un minuto del descanso otro mano a mano, dentro del área incomprensiblemente. La de un minuto después ya no fue demérito sino mérito de Masip, el mejor de la primera parte del equipo visitante. Con lo que el equipo se juega, la falta de gol es un tremendo problema.
La segunda parte fue, de inicio, del Real Valladolid. Con las ideas claras, la presión alta, el equipo de Pezzolano dominaba y tiraba más de un centro peligroso que no encontraban rematador. Y el Cádiz, por contra, no era capaz de sobrepasar la presión, ni tan siquiera de salir de su propio campo. El trabajo de Pezzolano en esta segunda mitad estaba contrarrestando lo que su homónimo había conseguido en la primera mitad del partido.
Theo qué bueno eres
Pero para cuando vienen maduras, están los grandes jugadores, aquellos a los que se les pide más porque tienen más. Un Theo Bongonda que había sido de lo mejor de la primera parte se inventó un zapatazo descomunal que golpeó el travesaño pero, esta vez, sí entró, levantando de sus asientos a la grada y a media España porque el gol es para enmarcar. Curiosamente, cuando menos estaba generando el Cádiz, llegó el tanto y la victoria del Cádiz ante el Real Valladolid tan necesaria.
Con veinte minutos todavía por delante se entró en la guerra final. Los ánimos, caldeados, dieron paso a una contra de libro del Cádiz y a un claro penalti transformado por Theo que hacía el segundo y hacía saltar toda la artillería (no ofensiva) sino guerrera de un Real Valladolid desquiciado; Desde Roque Mesa en el banquillo a un Hongla que soltó un codazo directo a la mandíbula de Choco Lozano. El Cádiz, con la grada encendida y cantando cada segundo, al unísono, había logrado poner todo el partido de cara y tres cuartas partes de la salvación.
Victoria del Cádiz ante el Valladolid muy merecida
El Valladolid se perdió en un partido envuelto en un clima de éxtasis total en el que hasta Ledesma tuvo la suya en el 91 de encuentro. Inédito hasta el momento, fue la prueba más inequívoca de que el Cádiz hizo los deberes, entró en la guerra de Pezzolano con el coraje que se le presuponía, luchó con sus armas y nunca negoció una lucha que le mantiene más cerca de Primera que nunca. El Cádiz gana al Valladolid y se acerca, sin duda y más que nunca, a Primera.
Ficha técnica:
Cádiz CF: Ledesma, Iza, Luis Hernández, Meré (Momo 78′), Espino; Alcaraz (San Emeterio 65′), Escalante, Sobrino, Bongonda; Ramos (Choco 46′), Guardiola.
Real Valladolid: Masip, Fernández, Sánchez, El Yamiq (Darwin 77′), Escudero (Olaza 46′), Monchu, Hongla, Pérez (Aguado 46′), Rosa; Sergio Léon (Gonzalo Plata 64′), Larín.
Goles: 1-0 Theo Bongonda 70′; 2-0 Theo Bongonda (penalti 76′)
Árbitro: Martínez Munuera (comité valenciano) que amonestó a El Yamiq, Rosa, Choco Lozano, Javi Sánchez, Bongonda, Momo y expulsó a Hongla,
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